José Torres Gutiérrez enseña como se ven obligados los vecinos a coger el agua de un pequeño pozo que hay en el jardín. | (c) Sergio G. Canizares

La cara y la expresión de José Torres Gutiérrez lo dice todo. Esta desesperado y a la vez totalmente impotente con la situación que sufre día tras día en su vivienda del bloque de apartamentos Regina Park, situado en la calle Pablo Picasso de Platja d’en Bossa. Y es que aunque parezca increíble lleva subsistiendo junto a cuatro familias más sin luz ni agua desde el pasado mes de marzo y haciendo frente además a las amenazas de la empresa que le alquiló el apartamento, Grupo Hotel 17, para que se marche de allí. «Se que parece increíble que esto pase en Eivissa en pleno siglo XXI pero estamos soportando una situación más propia de cualquier pais del Tercer Mundo», explica este gaditano de 42 años mientras abre el candado colocado en la puerta de su inmueble para evitar que nadie entre a robar.

El inicio de su drama personal comenzó el 10 de octubre de 2013 cuando llegó a Eivissa con la intención de buscar un trabajo. Rápidamente encontró un apartamento en este edificio al precio de 375 euros al mes más gastos y aunque al principio el hecho de no firmar contrato porque se trataba de un bloque de apartamentos turísticos «le pareció sospechoso» decidió seguir adelante. Todo marchó bien hasta el mes de enero, cuando realmente empezó su pesadilla. «Recuerdo como si fuera ayer el día en que nos dejaron a todos los inquilinos una carta por debajo de la puerta en la que nos avisaron que el 18 de febrero se iba a producir un alzamiento y nos iban a echar a todos a la calle y que no podíamos hacer nada al respecto», cuenta apesumbrado Torres.