El abogado Joan Cerdà detalla la ubicación del solar edificable durante la rueda de prensa. g Foto: SERGIO G. CAÑIZARES | (c) Sergio G. Canizares

El colectivo Can Misses Peatonal se ha puesto en pie de guerra contra el proyecto de la promotora Taylor Wimpey que prevé abrir al tráfico rodado dos calles colindantes al Colegio Público Can Misses para los aparcamientos de su nuevo complejo residencial. El colectivo, que defiende el abogado Joan Cerdà, exige al Ayuntamiento de Vila respetar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), vigente desde 1976, y suspender «de inmediato» la licencia otorgada a la promotora.

Los responsables del colectivo, entre los que figuran el representante de la Asociación de Vecinos de Can Misses, Joan Sillero, y la portavoz de la Asociación de Padres y Madres y de la directiva del colegio público del barrio residencial, Elvira Escandell, denunciaron públicamente que hace dos meses remitieron un escrito al Consistorio que no ha obtenido respuesta.

La promotora anuncia desde el pasado mes de abril la construcción de 22 viviendas de tres habitaciones desde 205.000 euros, en los que se incluye plaza de garaje y trastero. Las obras son inminentes, pues ya han sido instalado los primeros contadores de suministros.

La principal preocupación de los vecinos de Can Misses es que la nueva urbanización está proyectada sobre un solar que carece, al contrario que el resto de edificios, de salida a las calles principales, Corona y Campanitx. «El proyecto de esta obra prevé coches a tutiplén y circulación rodada; además, se prevé que los aparcamientos den justo a la salida del colegio», denuncia Joan Cerdà, quien exige a la alcaldesa, Pilar Marí, «que suspenda esta licencia de manera inmediata». De otra forma, indicaron los representantes, «se planteará una denuncia colectiva en los próximos días».

«No se puede jugar con el plan general como si fuera el monopoly. Es urbanismo a la carta», declaró Cerdà, mientras que Elvira Escandell hizo hincapié en «el problema de seguridad» que generaría para «centenares de niños y niñas» la apertura al tráfico rodado de las calles Germans Torres i Tur y Periodista Manel García Marí. «Deben primar los intereses generales a los proyectos particulares. De llevarse a cabo, sería muy difícil reeducar a los niños porque están acostumbrados a ir al colegio por vías peatonales», subrayó Escandell. Desde el colectivo entienden que el solar «posiblemente sea edificable», y aclaran que su denuncia radica en que «sus accesos no son circulables».