Arriba, un grupo de asistentes, muchos de ellos disfrazados, durante la fiesta que tuvo lugar ayer. | Toni Escobar

Ataviados con muy variopintos disfraces, más de un millar de trabajadores –la mayoría británicos que hacen la temporada en la isla, pero también de otras nacionalidades –dejaron de vender tickets, servir copas o lavar platos para acudir a la undécima edición de la Shit Party, evento benéfico y que destina íntegramente su recaudación a diversas entidades locales.

Mediado el evento, los organizadores estimaron haber reunido unos 18.000 euros, que entregarán a las delegaciones ibicencas de Cáritas Diocesana –en su mayor parte- y la Asociación Española Contra el Cáncer. Además, apartarán una parte de los fondos para alguna causa personal de alguien necesitado de Eivissa, como ya venían haciendo en anteriores años.

La fiesta, que cuenta actualmente con un equipo de ocho veteranos británicos afincados en Eivissa, surgió hace una década de la mano de John ‘El Loco’ para mostrar la cara más amable y solidaria de los empleados británicos.

Como muestra, basta saber que los propios organizadores, los voluntarios que colaboran e incluso los discjockeys que ponen la música –algunos afamados como Jason Bye o Jonathan Ulysses- no solo no cobraron nada por su dedicación sino que pagaron religiosamente la entrada como el resto de asistentes.