1 de 4 | Camí atiende a la prensa, y a la izquierda se observan las bandas florales que producen insectos que devoran las plagas. | Toni Escobar

2 de 4 | Raíz colapsada por nematodos, que impiden la absorción de nutrientes. | Toni Escobar

3 de 4 | El ingeniero, Borja Camí, observa junto al propietario de la finca, Toni Ferrer, el estado de las hortalizas cultivadas con técnicas biológicas. | Toni Escobar

4 de 4 | La posidonia oceánica es utilizada como abono. Se recoge y se deja reposar un año o dos en el exterior, para que la lluvia se lleve la sal. Una vez desalinizada se usa como abono, o bien sola o se mezcla con estiércol. | Toni Escobar

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R.I.26/07/14 0:00
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Cinco meses ha durado el curso de horticultura sostenible en la Finca de Toni de sa Caseta impartido por el Consell d’Eivissa y a la que han asistido unos 30 agricultores de la isla. Los ingenieros agrónomos, Andreu Vila y Borja Camí realizaron ayer la última jornada de un curso en el que se ha estudiado la evolución real de nuevas técnicas biológicas que reducen los tratamientos fitosanitarios contra las plagas.

Económicamente es mucho más rentable porque los productos químicos son carísimos «pero necesitas profesionales que vengan, te expliquen y te enseñen in situ», manifestó Toni Ferrer, propietario de la finca utilizada como piloto para este curso. Ferrer cree que es la única forma de que los agricultores «lo aprendan y lo apliquen».

Por su parte, Borja Camí, ingeniero agrónomo, explicó que una de las técnicas es plantar bandas florales «que actúan como reserva de insectos depredadores de la plaga y evitamos así el uso de productos fitosanitarios», añadió Camí.

Toni Ferrer, se mostró muy contento con esta experiencia: «Ha sido muy productivo. Antes veíamos una plaga y siempre tirábamos producto químico y ahora tenemos otra manera de combatirlo» comentó Ferrer, «es más efectivo y más sano».

Estas técnicas son aplicables a todas las fincas de Eivissa, Camí aclaró, sin embargo, que esto no es producto ecológico sino «pasos intermedios para hacer avances progresivos a lo que es más ecológico», ya que «los cambios han de ser progresivos para que se integren en la forma de producir, ha sido un primer año de propuestas y si continúan aplicando estas técnicas durante unos años más, al final se integrarán como una técnica más de la finca», apuntó Camí.

Las plagas sobre el terreno también se combaten una «biofumigación», aclaró Camí. Es decir, en los meses de marzo o abril se cultiva "rábano de forraje, dejamos que crezca un metro y entonces se incorpora a la tierra, y se riega abundantemente", y la descomposición del mismo produce la "desinfección biológica" de la tierra, explicó el ingeniero agrónomo, Borja Camí.