La Asociación de Comerciantes de Sant Antoni valoró ayer de manera positiva que el Ayuntamiento quiera consensuar la eliminación o no de la zona azul en invierno e incluso llegaron a afirmar que están «sorprendidos de que ahora se cuente con nosotros cuando en otros temas, como las alegaciones que presentamos a la instalación de grandes superficies, no se nos tuvo en cuenta», explicó Joan Ribas, presidente de esta asociación.

La reunión se producirá el próximo jueves después de que en el último pleno el equipo de Gobierno del PP anunciara, tras rechazar una moción de Pi Eivissa en este sentido, que consensuaría la eliminación o no de la zona azul en el municipio en invierno. Cabe recordar que esta formación política (PI-Eivissa) había llevado a pleno esta propuesta en hasta cuatro ocasiones, según explicó el concejal Joan Torres.

«Nosotros estamos a favor de que sea gratuita, pero se tiene que controlar para que un mismo coche no se quede aparcado durante horas y horas en el mismo sitio», precisó Joan Ribas, presidente de los comerciantes del municipio, quien recordó que la zona azul permite precisamente la movilidad de vehículos. Con la llegada de grandes superficies a la localidad portmanyina, sin embargo, «la realidad del tejido comercial del municipio ha cambiado porque ahora para qué va entrar el cliente en el pueblo y pagar para aparcar cuando puede no entrar y comprar y encima no pagar para aparcar».

Propuesta

Precisamente, la limitación horaria si la zona azul finalmente es gratuita en invierno es una de las propuestas que presentarán al Consistorio la semana que viene: «Lo ideal sería que fuera gratis en invierno, pero que se establezca, por ejemplo, una limitación horaria de una hora para evitar así que se queden coches aparcados toda la mañana». Sobre cómo se podría controlar la limitación horaria ante la gratuidad de la zona azul, Ribas afirmó que «no hay otra forma de disuadir si no es con sanción; si te pasas de una hora se podrá imponer sanción. Creemos que así se podría controlar», apuntó.

En cuanto al balance de temporada destacó que los comercios más enfocados al turista joven inglés «ha mejorado», algo que no ha ocurrido tanto en otros negocios más diversificados. Ribas, en este sentido, destacó la capacidad de adaptación del pequeño comercio a las necesidades del cliente.