La Policía Judicial de la Guardia Civil de Eivissa consiguió que una pareja de nacionalidad británica que había llegado a Eivissa en un crucero y había dejado en Can Misses a una niña en proceso de preadopción, una menor de trece años de edad, no abandonara la isla, como era su intención, para continuar sus vacaciones, rumbo a Sevilla, en el Independence of The Seas.

Para evitar que la pareja dejara sola a la niña en Can Misses y se fuera de Eivissa con sus otros tres hijos, los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil se pusieron en contacto con la vicecónsul del Reino Unido en Eivissa, Sharon Hodges, quien a su vez alertó de la situación a las autoridades de su país, que enviaron a un asistente social a la isla para que se hiciera cargo de la niña, que es de origen chino y al parecer padece algún tipo de problema psicológico, ya que quedó ingresada en el Área de Psiquiatría del hospital de referencia de Eivissa. El asistente social del Reino Unido llegó a Eivissa el 31 de agosto por la noche.

Se quedaron en la isla

El matrimonio, que no llegó a ser detenido por la Guardia Civil porque aceptaron quedarse en la isla mientras la pequeña se recupera en Can Misses, se encuentran en un hotel de Platja d’en Bossa a la espera de poder continuar con sus vacaciones.

La pareja explicó que la pequeña les causó numerosos problemas en el barco, por lo que decidieron llevarla al hospital cuando el crucero en el que viajaban recaló en la isla.

La alarma saltó cuando las autoridades del Independence of The Seas comprobaron que la pareja regresaba a bordo sin la pequeña. En consecuencia, avisaron a la Guardia Civil de que la menor no había vuelto al barco con sus padres. Fue entonces cuando los agentes se entrevistaron con los británicos y se pusieron en contacto con la vicecónsul para resolver el problema.