Dos limones afectados directamente por la Negrilla. Aunque no llega al interior si afecta a la corteza del fruto. g Fotos: L.C.

Si se tuviera que otorgar un premio Oscar al mejor maquillaje dentro del mundo de la agricultura éste se lo llevaría sin duda la Negrilla, esos molestos puntos negros que recubren la piel de muchas naranjas y limones de los payeses de la isla.

Se trata de una enfermedad que afecta fundamentalmente a los cítricos y que no por menos conocida es menos preocupante para los pequeños agricultores. La mayoría la ha sufrido alguna vez y muchos han tenido que talar sus árboles al ver sus pequeñas plantaciones completamente infectadas. Este es el caso de Toni Costa, que ha visto como poco a poco sus árboles de Ses Païsses se han visto invadidos por este fastidioso negrín. «Comienzo a estar desesperado porque no para de extenderse a todos mis árboles y porque los expertos no han conseguido darme un insecticida que sea eficaz contra el problema», explicó a PERIODICO de IBIZA Y FORMENTERA.

Una preocupación que no parecen compartir las principales cooperativas de la isla ni el Consell d’Eivissa. Todos los expertos consultados por este periódico coinciden en un aspecto: «No hay que darle mucha importancia porque es muy común y porque sólo es una cuestión estética que no afecta al interior de la fruta».

«No es importante»

Concretamente, según Pep Mayans, agricultor y responsable de la cooperativa Agroibiza, la Negrilla viene producida por las defecaciones o melazas que generan el pulgón, la mosca blanca o la cochinilla, y en este sentido, «la gente se puede quedar tranquila» porque «no es perjudicial para el consumo humano ni afecta al interior ni a la calidad final del sabor del producto».

Incluso, el representante de esta cooperativa aseguró que una vez que las frutas se recolectan la Negrilla se puede eliminar fácilmente con un estropajo. «Entiendo que es algo bastante desagradable porque mancha las manos y los recipientes cuando se exprime pero lo cierto es que esos molestos granos negros se pueden quitar de la corteza con agua, un estropajo y algo de paciencia».

Esta misma opinión también la comparte Javier Pablos, técnico del Consell d’Eivissa y jefe de la sección de Agricultura. «Al no tener una incidencia importante en el resultado final del producto que se ingiere los técnicos ya casi no se le dan importancia a esta enfermedad», aseguró.

Acabar con el problema

A pesar de todo, se trata de una enfermedad que si no se detecta a tiempo puede acabar por arruinar una pequeña plantación de naranjos y limoneros, afectando además al precio final de una supuesta venta de un producto que se ofrece con todas esas defecaciones recubriendo la piel.

En muchos casos, los pequeños agricultores se ven obligados a tener que talar las ramas de sus árboles viéndose obligados a tener que esperar al año siguiente para ver crecer sus frutos de nuevo mientras rezan para que no se siga extendiendo la plaga. «Desgraciadamente todo es consecuencia de una plaga de pulgón, mosca blanca o cochinilla y por eso en ocasiones es necesario tener que cortar las ramas para que el árbol se airee correctamente y sea más fácil aplicar el remedio, aunque esto tampoco es una solución cien por cien eficaz», confirmó Mayans.

Por ello, el responsable de Agroibiza aconseja a los payeses que lo principal es tomar las debidas medidas de prevención antes de que comience la temporada y si no que recurran a insecticidas basados en aceites minerales de verano y jabones potásicos que se pueden adquirir en cualquier cooperativa. «Al tratarse de una enfermedad que proviene de una plaga lo importante es hacer una buena prevención y si desgraciadamente la Negrilla ya ha llegado a los frutos, se pueden aplicar jabones potásicos para limpiar la corteza de los árboles o aceites minerales de verano que se tienen que aplicar cuando las larvas de cochinilla son muy jóvenes y aún no ha desarrollado un caparazón de protección», confirmó.

Aún así estos remedios, al igual que la poda de las ramas, tampoco son del todo eficaces. Javier Pablos, reconoce que entre los pequeños agricultores es más difícil controlar el problema. «Los agricultores profesionales cuentan con medios adecuados y motorizados para extender el insecticida de forma que no quede ningún rincón del árbol sin tratar pero los payeses normalmente lo hacen con pequeños botes o con mochilas de difusión que no son tan precisas y que a la larga es un problema», aseguró.

Por esto, Pablos confirmó a este diario que la Negrilla tiene «una incidencia muy pequeña en grandes plantaciones» y que no había que preocuparse «en exceso». Pero mientras tanto, muchos payeses siguen buscando una solución al problema de este «maldito maquillaje» que tiñe de negro sus naranjas y limones año tras año.