El Consistorio de Santa Eulària quiere gestionar el polémico quiosco situado en Tagomago. g Foto: TONI ESCOBAR | Toni Escobar

El alcalde de Santa Eulària, Vicent Marí, anunció ayer que el Consistorio solicitará a Demarcación de Costas una autorización temporal sobre el quiosco situado en el islote de Tagomago. «Si el ayuntamiento es el titular de esta autorización entendemos que todos los problemas que ha habido dejarán de existir, porque le daremos el uso o el no uso que nosotros consideremos que tiene que tener el quiosco», aseguró Vicent Marí durante el pleno celebrado ayer. La petición se hará en noviembre, junto con la del resto de autorizaciones temporales en las playas y el Consistorio descarta ceder la gestión de la instalación a terceros.

Según Vicent Marí, la normativa legal contempla que una administración pública tenga prioridad sobre un particular a la hora de hacerse con este tipo de autorizaciones. «Aprovecharemos esta ventaja para mantener este espacio con un uso didáctico y divulgativo», comentó el alcalde, quien también aseguró que la consecución de la gestión del quiosco «permitiría pedir la demolición de lo que los tribunales dicen que es ilegal, o bien de todo».

Más protección

El Ayuntamiento de Santa Eulària ha encargado la realización de un estudio sobre los valores medioambientales de Tagomago que sirva como base para pedir al Govern que preserve el islote bajo la figura de protección más adecuada. El Consistorio informó ayer que está teniendo dificultades en la obtención de los permisos para acceder a determinadas zonas del islote, lo que está retrasando este estudio.

Entre las últimas polémicas que ha suscitado Tagomago, que está declarado Lugar de Interés Comunitario (LIC) y Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) por la Unión Europea, está el concierto organizado a finales de agosto por el dueño de la mansión situada en el islote, el empresario alemán Matthias Khün.

Expediente s’Estanyol

Durante el turno de ruegos y preguntas el equipo de gobierno informó a la oposición de la apertura de un expediente por la celebración de una boda en la s’Estanyol que invadió toda la playa. A pesar de que no ha habido ninguna denuncia al respecto, el Ayuntamiento ha decidido actuar de oficio a raíz de las imágenes publicadas en los medios de comunicación y ante la ausencia de la autorización de actividad mayor necesaria para llevar a cabo el evento. «La sanción será ejemplar», avanzó el regidor de Actividades, Mariano Juan. La multa puede ir desde los 10.001 euros hasta los 100.000.

El alcalde Vicent Marí también anunció el estudio de un proyecto para dotar de acera, mejorar el asfaltado y poner alumbrado en el acceso a Puig d’en Valls desde la carretera de Santa Eulària. Marí también avanzó que se está redactando otro proyecto para conectar la red municipal del servicio de aguas en esta parroquia con la de la empresa privada que ofrece el servicio para que los vecinos no se queden sin suministro, como ha ocurrido este verano por culpa de la escasez de agua en los pozos.

Además, también se aprobó donar los 6.000 euros que se iban a invertir en el montaje del festival Santa Eulària Solidària a Unicef y a la agencia de Naciones Unidas que trabaja en Gaza con los niños.