Dídac Espin y Luis Ferrer con el mapa que seguirán para completar la Ruta 66 a partir de hoy. | (c) Sergio G. Canizares

Hoy partirá del aeropuerto de El Prat un vuelo con enlace en Londres y destino Chicago. En él viajaran dos ibicencos intrépidos acostumbrados ya a recorrer mundo en su mutua compañía. El diseñador Luis Ferrer, veterano de la moda Adlib, y su pareja Dídac ultiman los preparativos para su próxima aventura que les llevara a recorrer Estados Unidos casi de punta a punta siguiendo la mítica Ruta 66: 4.000 kilómetros que atraviesan siete estados norteamericanos por el que un día fue el principal itinerario de los emigrantes que iban al oeste, especialmente durante las tormentas de polvo de los años 30. Un recorrido que desde el PERIODICO de IBIZA Y FORMENTERA iremos relatando día a día.

—¿Por qué la Ruta 66?

Dídac: Es un clásico y nos hacía mucha ilusión. A mí, particularmente, me atrae la América profunda, la música country, los años 50...

Luis: Hace dos años fuimos de Pekin a Macao, fue muy espectacular y queríamos hacer de nuevo un gran viaje.

—¿Se desviarán en algún momento del trazado original de esta carretera?

(D) Al inicio del viaje aprovecharemos para visitar Milwaukee. En Flagstaff, Arizona, nos desviaremos para ver el Gran Cañon, el Monument Valley y, por supuesto, Las Vegas. Y cuando lleguemos a Los Ángeles continuaremos el viaje hasta San Francisco, pasando por el Secuoya Park y Yosemite.

—¿Qué ciudades o parajes les hace más ilusión visitar?

(L) Chicago, quizá porque ya estuve y tengo amigos allí y también San Francisco

(D) Milwaukee para ver el museo de Harley Davidson. El Monument Valley porque representa la típica estampa del Far West. Y también Page, tocando Colorado, unas grutas del cañón por donde pasa la luz.

—¿Cuál será su medio de transporte?

(L) Alquilaremos un coche de Chicago a Los Ángeles y allí lo cambiaremos por un Mustang para recorrer la costa oeste hasta San Francisco. Lo conducirá Didac porque allí tiene que conducir quien alquila el coche...

(D) ...y porque él tampoco tiene muchas ganas de conducir (ríe).

—¿Han recibido alguna advertencia respecto a este viaje?

(D) Nos han dicho que procuremos no apurar el depósito ya que hay muchos kilómetros de carretera donde no encuentras ni una gasolinera. Eso, y que llevemos mucha agua.

—¿Les preocupa el tener que adaptar durante un mes sus hábitos alimentarios a los que ofrece la dieta norteamericana?

(L) No somos tan exquisitos, después de haber estado en China..¡Allí había platos que te ponían los pelos de punta!

—¿Están preparados para pasar las 24 horas del día juntos, la mayor parte en la carretera?

(L) He viajado con diferentes personas y con algunas no volvería ni a Palma de Mallorca, pero no es el caso de Didac.

(D)

Siempre hay algún rocecillo, pero realmente se viaja muy bien con él. No ayuda mucho en la organización del viaje, pero luego tiene la ventaja de que no se queja de nada (ríe)

(L)

No soy nada problemático. Incluso no llevo cámara de fotos ni de vídeo, le dejo a él que lo lleve todo.

—¿Cuál será su próximo viaje?

(D) El año que viene, si se cumple algo que pedí, haré el Camino de Santiago de principio a fin.

(L) Yo ya lo he hecho, tengo el diploma, así que no iré. Pero me gustaría volver a Turquía, hacer un viajecito a Londres y después volver a la playa de Eivissa, que es lo más bonito que existe.