Laura Anoz junto al nuevo armario dispensador de medicamentos totalmente informatizado. | (c) Sergio G. Canizares

La responsable de la unidad de pacientes externos de Can Misses, Laura Anoz, y su auxiliar Ángeles Torres, sustituta de Concha García, cuentan con un nuevo ayudante desde su traslado al edificio H del nuevo hospital. Se trata de un armario dispensador, totalmente robotizado, que haría las delicias de los más ordenados y lo que es más importante, ahorra un valioso tiempo a las dos trabajadoras a la hora de encontrar los medicamentos que hay que suministrar a los pacientes que acuden a la consulta de Farmacia.

Según explicó Anoz, esta máquina, bautizada cariñosamente como «el Cristiano Ronaldo» de los sistemas de almacenajes farmacéuticos, está informatizada y en segundos encuentra cualquiera de los 255 códigos nacionales que tiene dentro. «Sólo hay que entrar en la ficha del paciente, marcar la medicación diagnosticada por su médico y rápidamente nos indica con una luz roja donde está y la cantidad a suministrar».

Más tiempo y mejor atención

Además, permite hacer más cosas que agilizan los trámites de los cerca de los 200 pacientes que pasan a la semana por esta consulta. Por ejemplo, tal y como explicó Laura Anoz, «posibilita una gestión mucho más eficiente de los medicamentos y saber en cada momento los que hay que reponer o los que han caducado». E, incluso, para un futuro no muy lejano ya se trabaja en «una agenda de dispensación rápida» que permita, tanto a la reponsable como a sus auxiliares, saber qué medicinas necesitan los pacientes que acuden de forma periódica para tenerlos prepararlos y ahorrarles tiempo cuando los recojan.

En este sentido, el tiempo es uno de los grandes avances, lo que repercute en la calidad de la atención. «Los minutos que ganamos los empleamos en explicar mejor a los usuarios en qué consiste cada medicamento, sobre todo a las personas mayores, la periodicidad de consumo o revisar sus prescripción para que no haya problemas», aseguró Anoz.

Incluso, también se ha mejorado en espacio. En el antiguo hospital contaban «con una pequeña consulta donde la medicación estaba almacenada «a la antigua usanza», y ahora disponen de dos y, sobre todo, de este ayudante que todo mucho «más fácil». «Dispensamos 52 tipos de terapias para patologías que van desde el VIH, la más común, a la fibrosis quística en niños, la esclerósis múltiple, la hepatitis B y C, la infertilidad o, incluso, la gestión de medicamentos que no están en España, con lo que esta ayuda es un gran avance», concluyó la responsable de la unidad de pacientes externos de Can Misses.