Hoy en día las pruebas de detección de VIH que se realizan a los pacientes son rápidas y efectivas.

Desde el año 2010 hasta ahora el número de personas tratadas en el hospital de Can Misses por VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) ha pasado de 387 a 484, lo que supone un aumento del 25 por ciento. El dato, que puede parecer negativo en un primer momento, refleja en realidad el enorme avance de la medicina, al menos en este campo, durante las últimas dos décadas. Y es que los pacientes se acumulan por la simple razón de que su esperanza de vida ha aumentado exponencialmente. «Afortunadamente, los enfermos infectados no sólo ya no se mueren, sino que pueden llevar una vida prácticamente normal» señala el jefe de medicina interna del hospital, Ramón Canet, quien desde hace años trabaja junto con Pedro Fernández en la consulta especializada en VIH. Esta unidad ahora se va a ver reforzada debido al incremento de pacientes con la incorporación de Roberto Oropesa. Así lo ha confirmado el Àrea de Salut d’Eivissa i Formentera, coindiciendo con el Día Internacional de la Lucha Contra el SIDA, que se celebra hoy.

Calidad de vida

Canet explica que no sólo se ha elevado la esperanza de vida de los enfermos sino que las mejoras atañen a otras cuestiones. La calidad de vida, para empezar, ya que actualmente las personas con VIH pueden tener una actividad laboral, afectiva y sexual como cualquier individuo sano. «Hace 20 años la pregunta era: ¿Cuánto tiempo me queda?; hace 10: ¿Podré tener hijos? y ahora me preguntan por el colesterol» comenta Canet ante de añadir que «los pacientes con VIH pueden fallecer por enfermedades que no están íntimamente relacionadas con el virus, pero ya no mueren por falta de defensas que comporta la infección, como sí pasaba antes».

Pero también se ha mejorado en cuanto a a la simplificación del tratamiento - de los cócteles compuestos por innumerables pastillas hemos pasado a una sola píldora adaptada al paciente - y hasta del lenguaje con el que nos referimos a la enfermedad. En este sentido, cuando irrumpió la que algunos consideraron ‘plaga del siglo XX’ se diferenciaba entre el ‘portador del virus’ y el ‘enfermo de SIDA’. Ahora el término que se maneja es el de VIH, y desde la detención del mismo se inicia un tratamiento que, en el mundo occidental, es efectivo en la inmensa mayoría de casos. Aun así, Canet advierte de que «no debemos bajar la guardia y sí tener siempre presente que la medicación se debe administrar de manera diaria e indefinida». En cuanto las cuestiones que aun se deben mejorar, el responsable de la unidad hace referencia a la concienciación. Por ejemplo, a parte de los 480 casos que reciben tratamiento, hay unos 120 infectados más que, si bien están diagnosticados, aun no están sometidos a medicación, «o porque los afectados no quieren o porque aun no son conscientes de la necesidad de hacerlo, ya que los síntomas todavía no se han manifestado».

En cuanto a la situación de las Pitiüses respecto al resto de las Illes Balears, el doctor Ramón Canet aclara que las cifras de enfermos son bastante proporcionales a la población de cada isla.