En las Pitiüses cada vez es más frecuente encontrar pisos sólo para verano que se alquilan por semanas o días a turistas.

La Federación Empresarial Hotelera de Eivissa y Formentera (Fehif) ha manifestado su «hartazgo» ante la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) ante el incremento del alojamiento ilegal (pisos particulares que se alquilan por días a turistas). Este organismo ha lanzado una encuesta pública para valorar el impacto y el uso de plataformas como Airbnb (que permiten alquilar pisos particulares a turistas por días) y la posible desregulación del sector del taxi y los alojamientos turísticos.

Argumentos

Los hoteleros pitiusos han remitido sus respuestas a Competencia y en ellas hacen constar que este tipo de alojamientos no regulados que se ofrecen a turistas no tienen que cumplir los múltiples y variados requisitos que la oferta de alojamiento legal sí que debe cumplir. «El hartazgo es importante en el sector de la hostelería de Eivissa y Formentera. A los establecimientos de alojamiento turístico legal nos aplican multitud de leyes y normativas. Debemos tener licencia turística para ejercer, seguros de responsabilidad civil y del edificio, el personal debe estar dado de alta en la Seguridad Social, hay que disponer de un plan de riesgos laborales, se hacen cursos de mantenimiento sanitario para el personal, las cocinas y comedores colectivos de los hoteles deben hacer un estricto seguimiento de la seguridad alimentaria, los hoteleros pagamos impuestos nacionales, como el IVA o el de Sociedades, autonómicos, como el cánon del agua, y de ámbito local, como el Impuesto de Activades Económicas, el IBI y la tasa de basuras», explica Juanjo Riera, presidente de la Fehif. En la argumentación por escrito remitida a Competencia ponen de manifiesto, además, que los alojamientos no reglados no tienen un registro de viajeros como se les obliga a tener a los establecimientos de alojamiento legal.

Los hoteleros pitiusos plantean también en el escrito que el alojamiento de turistas en pisos particulares «sólo tiene dos soluciones. O se prohíbe, y por tanto se sanciona y se persigue, o se permite, y en este último caso debe operar bajo las mismas leyes que el alojamiento normal, todo ello con la debida proporcionalidad y racionalidad».