La Asociación de Vecinos San Pablo, del barrio de Can Escandell, celebró ayer el segundo día de su Mercadillo Solidario. Esta vez no hubo tantas paradas como en la anterior pero sí más afluencia de gente.

“Ha ido muy bien; hemos tenido actuaciones hasta las 16,00 horas y repartimos más de 160 platos de paella”, explicó la presidenta de la asociación vecinal, Ita Oliver. Ayer hubo unas 20 paradas, en la que cada una de ellas debía aportar como mínimo tres kilos de comida para poder poner su estand, comida que luego fue donada a Cruz Roja. En total se recogieron 350 kilos, y con los 600 kilos que recogieron en el anterior mercadillo ya suman casi 1.000 kilos, rozando así las expectativas de la asociación que entre los dos días de mercado tenían como objetivo recoger una tonelada de comida. Además, ayer también donaron juguetes y ropa de abrigo.

El toque especial, sin embargo, lo dieron los niños, que por la tarde pudieron pasearse con un trenecito por la zona y disfrutar luego de un buen chocolate caliente y entregar la carta de los Reyes Magos a un paje real. De hecho hubo tanta afluencia de niños que el tren tuvo que dar dos vueltas para poder pasearlos a todos