Diez años de voces en plena forma

«Cuando yo me hice cargo del coro únicamente sólo había 15 personas pero hemos ido creciendo con seriedad, ilusión y ganas de mejorar y creo que tenemos un magnífico nivel teniendo en cuenta que no somos profesionales», resume la directora.

No en vano, según explica Elena Prokhorova, al principio sólo interpretaban temas religiosos pero han ampliado el repertorio cada año con algo nuevo y dando paso a canciones populares y clásicas en idiomas tan diferentes como el castellano, el ibicenco, el francés, el ruso, el ucraniano, el inglés e, incluso latín y hebreo. «El año pasado ya pusimos el listón muy alto cuando en la Trobada de Pobles que organiza anualmente el Consell d’Eivissa fuimos capaces de interpretar cerca de una veintena e canciones en distintos idiomas», bromea la directora de la formación.

Tal vez esta sea una de las causas por las que el Coro de la Parroquia de Santa Cruz se ha convertido en una de las formaciones más activas de la isla. Además de participar en la Trobada de Pobles, y en distintos lugares de Eivissa, todos los domingos actúan en su iglesia e, incluso han viajado hasta Mallorca. De momento, mientras están pendientes de actuar en Menorca, ya están preparando el repertorio de Semana Santa en el que quieren incluir temas de Mozart, Händel o Bach. Y por supuesto, el concierto con el que celebrarán sus diez años de vida y que se celebrará el 13 de junio en la parroquia de Santa Cruz con un repertorio muy variado y con la presencia de antiguos miembros y el fundador de la formación, Pedro López.

Para ello, ensayan todos los lunes y los jueves, a partir de las 19,30 horas, en el local que hay anexo a la iglesia de Santa Cruz en Vila, se lo toman muy en serio y en ocasiones cuentan con el apoyo al piano de músicos como Miguel San Miguel o Clara Costa Torres. «Más allá de que nos vaya bien o mal, lo importante es que a todas les une la pasión por el canto y sobre todo, algo que es fundamental para formar parte de un grupo, tienen una gran amistad después de tanto años juntas, y eso, no se paga con dinero», concluye Prokhorova.