Can Botino fue el escenario elegido para esta reunión entre vecinos, empresarios, Consell, Ayuntamiento y Govern. | (c) Sergio G. Canizares

El conseller de Medi Ambient del Govern, Gabriel Company, se mostró tajante ayer ante vecinos, hoteleros, Consell d’Eivissa y el Ayuntamiento de Vila a la hora de afirmar que la solución «definitiva y estable» para la situación del emisario de Talamanca pasa por la construcción de la nueva depuradora de Vila, cuyos trabajos en sí (la obra propiamente dicha) tardaría «unos dos años y medio». En este sentido, Company precisó que existe el «compromiso de Madrid» de que empezará su licitación en este primer trimestre de este año, aunque no se aventuró a dar un plazo global para que esté lista. Paralelamente, el Govern está trabajando en el proyecto de un nuevo emisario, que se haría con la nueva depuradora.

Urgencia

En el encuentro, el titular de Medi Ambient reconoció que los servicios jurídicos de Abaqua y la abogacía de la comunidad autónoma no otorgan el carácter de urgencia para empezar las obras, pero se comprometió a volver a estudiar esta posibilidad de manera conjunta con los técnicos de Vila, Govern, Consell y los servicios jurídicos de la Asociación de Vecinos de Talamanca. «Existe este problema, lo sabemos y estamos trabajando de manera legal y lo más rápido posible. Es un problema que se arrastra desde hace tiempo porque la depuradora se hizo en el 85. Es una lástima que no se empezaran a poner soluciones a este tema hace 15 años», explicó Company ayer en rueda de prensa flanqueado por el presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Serra, la alcaldesa de Vila, Virginia Marí, y el presidente de los vecinos de Talamanca, José Colomar.

Company recordó que en el inicio de la legislatura «Había proyectos comprometidos, pero que estaban parados. Nadie había hecho nada por las depuradoras de Vila, que tiene un presupuesto de 40 millones de euros, y la de Santa Eulària, con un presupuesto aproximadamente de ocho millones de euros. Nosotros empezamos a hacer toda la tramitación ambiental y administrativa». Así, el ‘papeleo’ para la depuradora de Santa Eulària acabó en julio y para la de Vila en octubre, por esta razón (y porque están intentando que haya fondos europeos) no han salido a licitación ambas a la vez, como estaba previsto inicialmente.

Prevención

Mientras llega la nueva depuradora, el Ejecutivo autonómico impulsa ya unas medidas de prevención para evitar futuras roturas, como el anclaje del emisario al fondo marino, un balizamiento de la zona y un sistema de vigilancia de fondeos. Tanto la alcaldesa Virginia Marí como el president Vicent Serra insistieron en la declaración de urgencia para impulsar las obras de sustitución del nuevo emisario. «Confiábamos en un informe de emergencia y que la conselleria hoy por hoy no ha considerado de manera positiva, pero en la reunión se ha extraído el compromiso de que se revisará para reconsiderarlo», apuntó Serra. Por su parte, el presidente de los vecinos de Talamanca dejó claro que la idea de la denuncia por delito medioambiental no se descarta, pues será la asamblea general quien decida si se sigue para adelante o no. «Contamos con el respaldo de Consell y Vila en nuestras reivindicaciones; insistimos en que reconsideren la declaración de urgencia para la obra», concluyó.