De ejecutarse este anteproyecto, el Parque Reina Sofía y los aparcamientos de la parte superior se convertirán en una zona verde.

La Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Eivissa, con el voto en contra de PSOE-Pacte y la abstención de EPIC, dio ayer su visto bueno al anteproyecto de aparcamiento subterráneo en el Portal Nou, en el espacio que ahora ocupa el parque Reina Sofía. No obstante, antes de la redacción del proyecto y de su licitación la Comisión Insular de Urbanismo y Patrimonio Histórico Artístico (Ciotupha) deberá emitir un informe preceptivo y vinculante sobre el proyecto.

El anteproyecto, que también ha obtenido el beneplácito de la Ponencia técnica del Pepri, contempla la construcción de cuatro plantas soterradas que darían cabida a unos 329 coches y a 110 plazas de motos. La construcción, que permitiría poner en valor las murallas renacentistas y recuperar la pendiente de la montaña, ocuparía una superficie soterrada de 14.104 m2, que estarían cubiertos por una zona verde de 12.481 m2, por lo que el parque Reina Sofía desaparecería además de la zona de aparcamientos adjunta.

Según explicaron ayer los concejales Lina Sansano y Juan Flores, el presupuesto previsto para esta obra asciende a 6,9 millones de euros, que asumiría la empresa ganadora del concurso convocado por el Consistorio. Un sistema que, precisamente, no ha funcionado en Sant Antoni y Santa Eulària, donde los ayuntamientos han tenido que rescatar las concesiones pero que desde Can Botino se ve con otros ojos. «Sí, asusta, pero la situación de Vila es diferente a la de Santa Eulària y Sant Antoni», en relación a la perenne falta de aparcamiento en la ciudad.

Sansano explicó que se han descartado las siete alternativas que el anterior equipo de gobierno puso en su día sobre la mesa porque se preveía la construcción de un muro de hasta seis metros de altura «que provocaba un gran impacto visual», mientras que las dos propuestas presentadas en 2013 eran «demasiado ambiciosos». Entre algunas prescripciones de los técnicos están que la entrada pueda realizarse por la calle Jaume I, o que también pueda accederse desde Dalt Vila a través de ascensores.

Si se decidiera seguir con el proyecto, su plazo de ejecución se cifra en menos de dos años.