Los vecinos de Sa Carroca no entienden que una escoleta cuya construcción finalizó hace cinco años esté todavía «sin estrenar». El centro, terminado y equipado, dispone incluso de mobiliario infantil, pero ninguna administración -ni Govern, ni Consell, ni Ayuntamiento- ha asumido todavía su puesta en marcha ni su mantenimiento.

El tesorero de la Asociación de Vecinos de Sa Carroca, José Tur ‘Sans’, considera que «alguien debería hacerse cargo, porque es una pena que la tengamos acabada y no la podamos disfrutar».

Otra infraestructura clave para el barrio, para Sans, es la construcción del centro social, prevista para el presente año y que compartirá con el barrio de Can Fita. «Es una demanda histórica y parece que en unos meses será una realidad», comenta con cierto alivio. «La asociación no tiene un lugar para reunirse y con el centro social seguro que la actividad de la asociación, un poco decaída en los últimos años, cobraría una nueva energía», sostiene.

El representante vecinal también menciona la necesidad de soterrar el tendido eléctrico. «Ya se hizo parcialmente hace años, pero con el tiempo se han instalado nuevas líneas», comenta mientras señala, en la calle Picasoques, unos cables que parecen dibujar un pentagrama en el cielo.

«Pero no todo son pegas. En Sa Carroca tenemos una buena calidad de vida: tenemos buena agua y ya hace muchos años se resolvieron cuestiones básicas como el suministro de luz, el saneamiento, el asfaltado o las deficiencias en la señal de televisión», explica.

«Recuerdo la lucha que tuvimos para la construcción de las dos rotondas. Antes aquello era un caos para entrar a la carretera», rememora.