En Eivissa y Santa Eulària se vivieron momentos muy emotivos junto a las vírgenes de los Dolores y la Esperanza

La Semana Santa arrancó ayer en Eivissa con las mejores sensaciones posibles de cara a unos días que se presentan muy intensos y cargados de actos para todos sus cofrades. Un Viernes de Dolores que brilló radiante y en todo su esplendor en una noche primaveral que permitió, a los cofrades y al público en general, echarse a la calle para disfrutar con la salida de los pasos y con sus sagradas imágenes en los primeros desfiles procesionales de esta Semana Santa 2015.

A las 21:05 horas, las puertas de la Catedral se abrieron para que el estandarte de guía de la Cofradía de Nuestra Señora de Los Dolores iniciase su marcha procesional por el recinto amurallado de Dalt Vila. Numerosos fieles se acercaron para acompañar a la imagen de la Madre de Dios en su lento caminar por las serpenteantes calles de la histórica ciudad. Los hábitos blancos y azul celeste (colores Marianos por excelencia para la iconografía cristiana) de sus 70 cofrades alumbraron con su fe y devoción la noche en Dalt Vila, siendo testigos del fervor Mariano que históricamente congrega a su alrededor María Santísima de Los Dolores.

Una bella estampa llena de devoción que, a la tenue luz de los faroles, ofreció instantáneas de una inmensa estética y plasticidad para disfrute de todos los presentes. La imagen de Nuestra Señora de los Dolores, de notable valor artístico, es obra del taller valenciano de los escultores Román y Salvador, los mismos imagineros que realizaron la talla del Cristo Yacente o de la Virgen de las Nieves, que está en el altar mayor de la Catedral de Eivissa.

También en la localidad de Santa Eulària des Riu se vivieron instantes de verdadero fervor Mariano, con motivo de la salida en procesión de la Hermandad de Nuestra Virgen de la Esperanza. Pasadas las ocho de la tarde, esta cofradía de reciente fundación, iniciaba por quinto año desde la Capilla de Lourdes, su desfile procesional, acompañada por los sones de la banda de música de La Dolorosa de Eivissa.

La talla de la Esperanza, donada por el párroco Vicente Ribas, fue portada por una cuadrilla de 60 costaleros (entre ellos dos mujeres) y arropada por medio centenar de penitentes ataviados con el verde y el blanco, colores característicos de su advocación.

Este año, la hermandad ha estrenado para el desfile procesional un nuevo Simpecado Mariano, en el que aparece la imagen de la Virgen de La Esperanza junto a los escudos de la propia hermandad y de la localidad de Santa Eulària des Riu.