Santa Eulária des Riu se volcó el Jueves Santo viviéndolo de forma intensa por sus calles. A la procesión desde la Capilla de Lourdes acudió un numeroso público para admirar la vistosidad de sus ocho cofradías y la devoción a sus sagrados titulares. Más de 500 personas tomaron parte en la marcha hasta el Puig de Missa para trasladar las imágenes de las cofradías del Cristo de la Oración, Santa Marta y el Cristo de la Buena Muerte de la Hermandad de los Caballeros Legionarios, una talla que fue gallardamente portada a pulso para que realizase este año su primera salida a la calle.

La seriedad y el respeto brotaron cuando la Escuadra de Romanos inició el recorrido por la calle Sant Jaume escoltando la Cruz Desnuda, entre los compases de la Agrupación Musical Sa Colla des Riu. Ambas formaciones precedieron al paso de Santa Marta, arropado por sus más de 50 cofrades. Una talla, la de Santa Marta, que fue comprada por los hoteleros y que data de finales de los 90. El desfile continuó con el rigor y el orden de los cofrades del Cristo Atado, la Agrupación Musical Nuestra Señora de la Estrella, los hermanos de la Cofradías de Nuestro Padre Jesús Nazareno, del Cristo Yacente, la Banda de La Dolorosa, los veteranos y simpatizantes del Tercio de la Hermandad de los Caballeros Legionarios, Nuestra Virgen de los Dolores, la Banda Municipal y el fervor y el entusiasmo de los más de 60 cofrades del Cristo de la Oración por delante de la imagen de su venerado Crucificado. Una imagen que data de 1963, que pesa unos 600 kilos, y que fue comprada y traída a Santa Eulária por don José Carballo. Se cree (aunque aún está por constatar) que pudo haber sido elaborada, dado su estilo, en el taller murciano del maestro Salzillo.