Domingo Gómez Oreo, Ángel Nieto y Daniel Busturia, en una imagen de archivo.

La Asociación de Afectados por la Cantera de Ses Planes, en nombre de las 733 familias que respaldan su actividad, tiene previsto enviar una «carta abierta» a todos los candidatos al Consell d’Eivissa y al Ayuntamiento de Santa Eulària.
Según explicaron, quieren dejar patente la preocupación de muchos vecinos que tienen sus viviendas en Ses Figueres, Jesús, Cap Martinet, Can Furnet, Can Pep Simó, Talamanca o Roca Llisa.

Además, intentarán plasmar en la misiva los asuntos que preocupan a la asociación, como la instalación de dos plantas, una de asfalto y otra de hormigón, en Ses Planes. «Desde las administraciones nos han escuchado pero no nos han atendido y no se han querido comprometer. Nuestra lucha es la defensa del medio ambiente, la salud de los ciudadanos y la seguridad en la zona más afectada por esta actividad minera y por el tráfico generado por la cantera de Ses Planes», señalaron desde la asociación.

Esta agrupación vecinal, y algunos de los vecinos a título individual, han presentado escritos y demandas al Ayuntamiento «que no sólo no han obtenido respuesta, sino que tampoco han dado lugar a las actuaciones municipales a las que les obliga su misión de policía sanitaria, de tráfico y medioambiental y de control del cumplimiento de los servicios de la licencia otorgada», explicaron.

La asociación aseguró que, de haberlo querido, el Ayuntamiento, el Consell y la conselleria de Indústria del Govern podrían haber invocado «sólidas y justificadas» razones para dictar la clausura de esta cantera por incumplimiento de sus obligaciones en la explotación.

Los vecinos consideran que instalar en la cantera dos nuevas actividades industriales para el beneficio exclusivo de una empresa privada, que estuvo ilegalmente explotando esta cantera durante 30 años, «sobrepasa los límites de la tolerancia ciudadana y de la permisividad administrativa».

Asimismo, explicaron que una actividad calificada como peligrosa e insalubre por las leyes españolas y europeas, «no puede, ni debe, acrecentar los riesgos de contaminación y efectos sanitarios nocivos encontrándose a 700 metros lineales de instalaciones deportivas, con numerosas viviendas y hoteles que se sitúan entre los 150 y los 1000 metros lineales del eje de la cantera y con unos accesos que obligan a transportar mercancías peligrosas por el núcleo urbano de Jesús o de Talamanca».