Sven Väth durante su concierto.

Se esperaba mucho de la inauguración de Heart Ibiza este martes, y el restaurante ideado por los hermanos Ferrán y Albert Adrià y Guy Laliberté, creador del Cirque du Soleil, no sólo no defraudó sino que dejó el listón muy alto para lo que será su primera temporada en la isla.

Sus creadores llevaban meses hablando de que el establecimiento sería «una nueva experiencia creativa, con entretenimiento cultural, musical, artístico y gastronómico» y no mintieron. Y es que el Live Art de Miguel Chevalier, los números y performances de los miembros del Cirque du Soleil, y la música de los alemanes Nils Frahm y Sven Bäth dejaron bien claro lo que se va a encontrar el afortunado que pueda conseguir una entrada (prácticamente no hay reservas para esta temporada).

Por ejemplo, el mexicano Miguel Chevalier, pionero en arte digital, presentó lo que supone su debut en Eivissa. Se trata de dos impactantes instalaciones interactivas tituladas Liquid Pixels 2015 y Fractal Flores 2015 que se ejecutan cada noche interactuando con las actuaciones y la música del lugar. No fue el único que dejó con la boca abierta a los asistentes. Los miembros del Cirque du Soleil y los músicos Nils Frahm y Sven Bäth levantaron al público de sus asientos con sus números y acordes.

Magia de Frahm y Väth

En este caso y para disfrutar lo mejor posible de todo ello, la organización abrió una zona central frente al escenario que permitió entrar a unas cien personas sumarse a la fiesta. Y no se arrepintieron. El músico y compositor alemán Nils Frahm derrochó magia sobre el escenario durante más de una hora. Tras comenzar con uno de sus temas más conocidos, Says, fue capaz de tocar al mismo tiempo dos pianos y tres teclados a la vez llevando al público hasta el extásis gracias su fusión de música clásica con la electrónica más vanguardista.

Finalmente, el encargado de cerrar una inauguración inolvidable fue el dj Sven Väth. El también alemán dejó claro a todos los presentes porque está considerado como uno de los músicos electrónicos más elegantes del panorama actual consiguiendo lo que parecía un imposible, que los asistentes no pararan de bailar después del espectáculo que había ofrecido Frahm minutos antes. Y sobre todo, lograr que la crême de la crême de la sociedad ibicenca que se dió cita el martes en el Heart Ibiza se lanzaran a mover los pies sin importar el que dirán.