David Ribas, en su despacho de la tercera planta del Consell d’Eivissa. | DE

David Ribas i Ribas (Eivissa, 1978) ha sido el último en llegar al equipo de gobierno de Vicent Torres. Un encargo que le llegó por sorpresa y con los billetes comprados para irse de vacaciones. Asegura que le sabe mal abandonar momentáneamente su trabajo como investigador. Ribas es autor, entre otros, del libro 17 de gener: la darrera travessia del vapor Mallorca (Mediterrània-Eivissa, 2013).

—Su antecesora, Pepita Costa, dejó un buen recuerdo entre los distintos colectivos de la cultura. ¿Le gusta el legado que le ha dejado? ¿Hizo un buen trabajo?
—Al final, el trabajo que hacemos desde el Consell siempre tiene cosas mejorables. Por mi parte nunca oiréis ningún reproche hacia mis antecesores. Vengo a trabajar y a impulsar la línea programática que acordamos conjuntamente con el PSOE. Lo que esté bien hecho de lo que hicieron mis antecesores continuará, y lo que pensemos que es mejorable o que se puede hacer de otra manera, cambiaremos de enfoque o aportaremos cosas nuevas.

—¿Qué proyectos se ha encontrado sobre la mesa en cultura y patrimonio?
—Hay varios programas que continuarán, como las exposiciones en Sa Nostra Sala o las actuaciones de Nits de Tànit. Hay otras cuestiones que pensamos que son mejorables, como la cultura popular, bienes patrimoniales en peligro, el mundo arqueológico y otras muchas cosas con las que todavía no me he podido poner con todo el ajetreo de estos días.

—¿En qué piensa cuando dice que hay cosas mejorables?
—En temas de cultura. Uno de nuestros compromisos es impulsar un plan insular de lectura. Queremos promover la red de bibliotecas insulares, para ello es imprescindible tener este plan de lectura. Una de nuestras reivindicaciones será que el Arxiu de Protocols sea accesible y público, como reivindican los investigadores. En patrimonio pensamos que es básico tener catálogos e inventarios actualizados, porque los que hay están desfasados. También queremos crear un plan de excavaciones arqueológicas enfocándolo hacia el estudio de la Prehistoria.

—¿Y actuaciones a corto plazo?
—En estos cien primeros días queremos recuperar la actividad del Institut Ramon Llull en coordinación con el Govern, la recepción de los canales de Catalunya y el País Valencià, que son medidas que no tienen un coste económico importante y pueden ser factibles.

—¿Hacen falta más salas de cultura como Sa Nostra Sala en Eivissa?
—Estamos interesados en tener un espacio potente en el centro de la ciudad enfocado a nuevos talentos y a nuevas formas de entender el arte. Quizás, el inconveniente de esta sala en relación a la que había en Vara de Rey, es su espacio. Tendremos que estudiar si es viable comprar este local o decantarnos por otras posibilidades. De momento tenemos este espacio que creo que es importante que siga gestionándolo el Consell.

—Otro de los convenios que tiene el Consell es con el Obispado para tener abiertas las iglesias. ¿Continuará este convenio?
—La Iglesia es una institución con un legado y un patrimonio muy importante y encontrará total colaboración por parte del Consell. También es cierto que trataremos de cambiar el enfoque: pensamos en algún tipo de beca para que estudiantes que estén cursando Historia, Historia del Arte o Arqueología sean los responsables de abrir estos espacios. Hablaremos con el Obispado para ver si es posible.

—¿Le gusta cómo está Dalt Vila?
—No. Creo que ha habido un abandono de muchas de las cosas que ya se habían comenzado. Entiendo que en estos últimos años no ha sido una cuestión de falta de presupuesto, todos hemos visto en qué situación política ha estado el Ayuntamiento de Vila. Hay cosas que se tienen que mejorar. Toda la museización que se hizo está en una situación de degradación evidente. No se puede permitir que un espacio Patrimonio de la Humanidad se esté degradando.

—Pasemos al deporte. ¿Cuáles son sus prioridades?
—El mundo del deporte lleva una dinámica que tiene vida propia y te tienes que adaptar a él. El enfoque que llevamos en el programa es que, por encima del mundo competitivo –que tendrá nuestro apoyo– creemos que el deporte también tiene que ser una forma para mejorar la condición física y mental de las personas.

—¿Seguirán apostando por el Parc Motor de sa Coma?
—Nuestro compromiso es resolverlo, sabemos que el mundo del motor mueve a mucha gente en la isla y somos conscientes de que las actuales instalaciones son precarias y hay que solucionarlo. Sí que es cierto que hay que conciliar la práctica del motor con la convivencia y la seguridad. Este circuito está alejado de núcleos urbanos pero en una área natural, y lo tendremos que mirar a nivel de riesgo para las personas, incendios y ruidos.

—¿Pero se plantean trasladarlo a otro lugar con menos impacto?
—En principio no se ha valorado esta opción pero se puede plantear si vemos que hay una ubicación más idónea.

—¿Qué tienen previsto hacer con los barracones de sa Coma?
—Sa Coma da mucho de sí, pero el gran problema que se han encontrado gobiernos anteriores ha sido el presupuestario. Nuestra intención es que se ocupe este espacio con la Escola d’Oficis para crear una cantera de gente involucrada en los trabajos tradicionales de la isla y poder crear una brigada relacionada con el departamento de Patrimonio para asesorar técnicamente a personas propietarias de elementos patrimoniales como casas payesas o molinos.