El conseller insular de Medi Ambient, Miguel Vericad, pedirá al Govern balear que apruebe un decreto de sequía para la isla de Eivissa que permita llevar a cabo unas obras de urgencia, entre las que se encontraría la finalización de la interconexión de las desaladoras. «Pensamos que tenemos suficientes datos técnicos que acreditan la necesidad de aprobar un decreto de sequía, porque afecta a amplias capas de la población, que es una de las condiciones necesarias, y que ahora mismo tienen un suministro deficiente de agua», comentó ayer Vericad en el transcurso de una entrevista (ver página 4).

Vericad tiene previsto entrevistarse esta semana o la próxima con su homólogo en el Govern balear, Vicenç Vidal, al que intentará convencer de la necesidad urgente de esta medida extraordinaria, que podría ir acompañada de otras acciones.

De hecho, en los años 2007 y 2008, en Catalunya se aprobó un decreto de sequía que incluía la reducción del riego de jardines, el cierre de fuentes ornamentales o el control del llenado de piscinas privadas.

No obstante, el decreto de sequía del Govern tendría que ir acompañado de la aprobación del Consejo de Ministros. Si finalmente se consigue esta medida extraordinaria, Vericad apuntó que se contaría con financiación del Gobierno para la construcción de estas infraestructuras.

Desaladoras

La semana pasada, los cinco ayuntamientos de la isla y la concesionaria del suministro del agua (Aqualia) pusieron de manifiesto que finalizar la interconexión de las tres desaladoras permitiría abastecer de agua de buena calidad a zonas que actualmente no la reciben, sobre todo en el municipio de Sant Josep.

Las obras del conocido como anillo hidráulico llevan paralizadas varios años, así como la puesta en funcionamiento de la desaladora de Santa Eulària. En este último caso, el altísimo sobrecoste en la construcción de dicha estructura (unos 19 millones de euros) ha impedido que esta desalinizadora aporte agua a la red de abastecimiento del municipio de Santa Eulària y alrededores. Las autoridades piensan que el precio que tendría que pagar el consumidor por recibir agua de esta desaladora sería inasumible.