Imagen de la desaladora de Santa Eulària, paralizada desde hace meses por la falta de acuerdo sobre el precio final de las obras. | Marco Torres

La desaladora de Santa Eulària necesitaría varias semanas para poder funcionar a pleno rendimiento. El Consell d’Eivissa calcula que sería necesario un mes y medio para poder arrancar la planta y que operase al cien por cien de su capacidad ya que, según fuentes de la institución insular, la empresa adjudicataria necesitaría hacer obras de reforma y labores de mantenimiento ya que la planta lleva muchos meses paralizada. Es decir, si hubiese un acuerdo entre el Ministerio de Medio Ambiente y Aqualia, la empresa que ha construido la planta, esta instalación no estaría operativa este verano.
En el Ayuntamiento de Santa Eulària son más optimistas y creen que, si fuese urgente, la desaladora del municipio podría operar en un plazo máximo de 15 días. Desde el consistorio aseguran que hacen falta labores de mantenimiento, poner a punto la maquinaria, pero descartan que hiciese falta un mes y medio para que la desaladora aportase caudal a la red municipal.

En estos momentos, la desaladora de Santa Eulària es la solución más rápida para solucionar los problemas de agua que hay en Eivissa, sobre todo en Sant Josep, si bien para resolver estas carencias también debería estar en funcionamiento el anillo que conectará todas las plantas que hay en la isla.

Sin embargo, existe un problema que lleva mucho tiempo sin resolverse. La planta está paralizada ya que la empresa Aqualia, debido a unas modificaciones que se plantearon durante la obra, ha presentado una factura superior por las obras al proyecto adjudicado. El Ministerio de Medio Ambiente no está dispuesto a abonar este desfase, que se cifra en 19 millones. En las negociaciones, la empresa que construyó la planta está dispuesto a alcanzar un acuerdo a cambio de alargar la concesión, pero las negociaciones no avanzan y, mientras tanto, la infraestructura está paralizada cuando los problemas de agua son cada vez más graves en Eivissa.

Hace unos meses se llegó a anunciar que el Ministerio de Santa Eulària había autorizado la explotación de la desaladora mientras se alcanzaba un acuerdo económico sobre el incremento del coste, pero la desaladora sigue paralizada y durante todo el verano no ha estado operativa. Mientras el Ministerio de Medio Ambiente no recepcione las obras el uso de la planta sería una irregularidad. Sin embargo, sí existe la posibilidad de poder utilizar la planta en caso de una extrema necesidad, pero el problema es que la paralización de la infraestructura durante tanto tiempo requiere ahora unas labores de puesta a punto que tardarían, en el mejor de los casos, varias semanas. La planta desaladora de Santa Eulària podría llegar a producir unos 5,5 millones de metros cúbicos de agua al año, un caudal suficiente para solventar los graves problemas que hay en estos momentos.