Las empresas de perforación y sondeos de agua de Eivissa mostraron al conseller insular de Medi Ambient, Miquel Vericad, su preocupación y su descontento con el decreto de sequía que prepara el Govern y que prevé la prohibición de nuevos pozos de agua en la isla de Eivissa mientras dura esta situación de alerta.

El sector se reunió el pasado martes con Vericad, a quien hicieron ver que la paralización total de esta actividad haría peligrar alrededor de 30 puestos de trabajo directos. «No estamos de acuerdo con que se prohíban las perforaciones, no pueden poner en el mismo saco a toda la isla y cargarse un sector de un plumazo», asegura Joan Marí, de Perforaciones Joan des Gall, una de las cinco empresas de este sector que trabajan en Eivissa.

«Para mí sería la quiebra, he hecho una inversión muy fuerte y todo el negocio de mi empresa gira alrededor del agua ya que no sólo hago perforaciones sino también monto bombas y ósmosis», comenta David Díez de Perforaciones Lagos. Marí es de la misma opinión: «Somos empresas pequeñas, especializadas, tendremos que cerrar».

Ambos empresarios también destacan las pérdida sque se producirían en sectores indirectos si la moratoria se extendiera a toda la isla. Sin embargo, y a tenor de las quejas, el Consell d’Eivissa pedirá una modificación del decreto. «Pediremos al Govern que la moratoria no tenga afectación en las masas que tengan un estado aceptable», explicó ayer Miquel Vericad.

Extracción

Joan Marí considera que el problema no radica en la perforación de pozos sino en la cantidad de agua que se extrae de ellos. «Tenemos que controlar las extracciones y no hacer un mal uso, porque hay jardines que se riegan más de lo normal. Hay mansiones que hacen un uso excesivo que se tendría que controlar», asegura el empresario.

Para el responsable de Perforaciones Joan des Gall, «un señor de Sant Joan que quiera hacer una perforada no tiene por qué sufrir que el acuífero de la Serra Grossa [en Sant Josep] esté sobreexplotado si allí no lo está». Según Joan Marí, «si un acuífero está en buenas condiciones no tenemos por qué tocarlo. La prohibición se tendría que hacer por zonas». Un asunto en el que también estarían de acuerdo asociaciones ecologistas como el GEN, cuyo presidente, Joan Carles Palerm, aseguró que la prohibición para hacer más perforaciones «no debería ser taxativa».

Entre las soluciones que aportan desde este sector está la de limitar los caudales de agua que se extraen de los pozos. «Si se limitara el caudal y se pusieran unos contadores, que son obligatorios pero que la gente no pone, se solucionaría», comenta Díez.

Además de la prohibición de perforar más pozos en la isla, el borrador del decreto de sequía de Eivissa prevé otras medidas «urgentes y excepcionales», como la declaración de urgencia de las obras para el abastecimiento humano, lo que supondrá la agilización de los trámites para la construcción, por ejemplo, de la interconexión de las desaladoras. «La tramitación ordinaria podría tardar entre un año o un año y medio, por lo que esperamos que cuando se apruebe el decreto, las obras puedan retomarse este mismo año», señaló el conseller Vericad el pasado lunes.

Este decreto de sequía también obligará a los ayuntamientos de la isla de Eivissa a que hagan una auditoría en sus redes de abastecimiento de agua para detectar fugas. En caso de que las pérdidas detectadas sean elevadas, los consistorios deberán llevar a cabo un plan de actuación que validará la dirección general de Recursos Hídricos.

Además, en temporada baja, los suministradores de agua (incluidos los de venta en camiones) estarán obligados a suministrar agua desalada para aprovechar al máximo la producción de las desaladoras de la isla. El decreto de sequía también regulará la sustitución de usos del agua, que podrán derivarse a consumo humano en caso de necesidad.

Situación acuíferos

El Govern balear comunicó la semana pasada que Eivissa se encuentra en una situación de sequía hidrológica en grado de alerta desde mayo de 2015, lo que implica «la disminución de la disponibilidad de agua potable». Desde la institución autonómica recordaron que la misma situación se dio en los meses de verano de 2014 «sin que actuara ninguna de las administraciones implicadas» y criticaron «la falta de medidas previas que ha agravado la situación actual».

Según los datos publicados por el Govern, los acuíferos de la isla se encuentran al 29% de su capacidad a finales de agosto, seis puntos porcentuales más que el mes anterior. Un dato que se considera indicador de sequía según el Plan Hidrológico de Balears. Además, la calidad del agua de los acuíferos y la situación de éstos demuestran que el 62% de las masas de agua se encuentran sobreexplotadas.