Ayer se presentó en la sede de la Pimeef el primer Congreso de Viviendas Turísticas Vacacionales que se celebrará la semana que viene en el Centro Cultural de Jesús y en la Sala Cultural de Sant Francesc. g Foto: J.A.T.

La falta de personal en el departamento de Turismo ha provocado que el Consell d’Eivissa tenga a día de hoy alrededor de 1.200 peticiones de viviendas turísticas vacacionales pendientes de legalizar. «Tenemos suficiente personal de inspección, pero hasta ahora sólo teníamos una sola instructora de tramitación y se sacaban muy pocos expedientes. Incorporaremos una segunda persona en instrucción con posibilidad de una tercera, con lo que agilizaríamos este tema, ya que no puede ser que esté paralizada la inspección o se levante una acta y muera porque no haya personal para tramitarlo», comentó ayer Vicent Torres ‘Benet’, director insular de Turisme.

El proceso de regularización iniciado por el Consell d’Eivissa empezó hace dos temporadas y, en la actualidad, se paga una tasa de 600 euros por estos trámites.

En cuanto al número de viviendas que se comercializan como turísticas de manera ilegal, el presidente de la Asociación de Viviendas Turísticas de Ibiza y Formentera de la Pimeef, Roberto San Esteban, apuntó que puede haber unas 3.000, aunque muchas de ellas hay propietarios que por motivos económicos sólo la alquilan durante un mes. Aún así, excluyendo estos últimos casos, San Esteban calculó alrededor de 600 viviendas las que están sin regularizar, cuyos propietarios suelen ser personas que desconocen la normativa o no residentes en la isla que no quieren pagar impuestos en dos países diferentes.

Comercializadores ‘piratas’

El presidente de la Asociación de Viviendas Turísticas de las Pitiüses también señaló que otro de los objetivos es contra aquellos comercializadores ilegales y que, por lo tanto, no pagan ningún impuesto por su actividad irregular. Aunque la situación más grave se produce cuando estas empresas ofrecen el alquiler de viviendas que no existen, se quedan con el dinero y no responden ante nadie. «Se da bastante, ha habido muchas denuncias por este tipo y está yendo a más», denunció ayer San Esteban. «¿Cómo funciona? Un móvil, una red wifi de un bar y ofrecen productos que en muchísimos de los casos no existen, cogen el dinero y cuando los clientes llegan al aeropuerto se encuentran sin casa, sin dinero y a quién reclamar», explicó el presidente de la asociación.

La concejala de Turismo de Santa Eulària, Carmen Ferrer, también destacó que grandes operadoras como Booking, Fotocasa o Segundamano que «bajo la excusa de que sólo son plataformas visuales de las ofertas que tiene el destino no cumplen y publicitan a gente que no cumple la normativa turística. Se tendrán que adaptar porque si no todo el esfuerzo que podamos hacer a nivel local se puede diluir con toda esta potencia y visibilidad que tienen a nivel internacional».

Fiestas ilegales

Desde la asociación de la Pimeef también quieren acabar con la fiestas ilegales que se celebran en las viviendas turísticas «que se dan en demasiados casos». El Ayuntamiento de Santa Eulària anunció hace pocas semanas que sancionaría a los propietarios de viviendas turísticas en las que se produjeran fiestas que molestaran a los vecinos. «Con los años los comercializadores aprendemos, sabemos qué perfil de casa es propenso a que se metan estos personajes y endureces la fianza: en vez de pedir 1.500 euros pides 3.000», comentaron desde la asociación. Una problemática que se tratará en el primer Congreso de Viviendas Turísticas Vacacionales de Ibiza y Formentera que se celebará el 24 y el 25 de septiembre en el Cultural de Jesús y en la Sala Cultural de Sant Francesc de Formentera.

«El alojamiento en las Pitiüses en viviendas turísticas es una alternativa muy válida y con un futuro enorme. Hay un tipo de clientela a la que le gusta ir a su ritmo, con otros niveles de estancias y sus servicios particulares», señaló Roberto San Esteban.