Las portavoces del Consell, Viviana de Sans y Pepa Marí, ayer durante la rueda de prensa. | Toni Escobar

Las portavoces del Consell Insular d’Eivissa, Viviana de Sans y Pepa Marí, aprovecharon ayer la rueda de prensa posterior al Consell Executiu para realizar una suerte de declaración institucional contra el descontrol que vive desde hace años la isla en temporada alta y advertir de que el nuevo equipo de gobierno combatirá con todas sus armas «la sensación de impunidad y permisividad» que se ha instalado en Eivissa respecto al turismo de ocio.

Con el objetivo de poner límites a los empresarios y promotores que incumplen las normativas –la declaración vino motivada por la sanción de 7.410 euros que ha impuesto la Demarcación de Costas a la empresa organizadora del evento de Heineken en la cala de s’Estanyol el pasado 6 de junio–, el Ejecutivo insular instará a los municipios en el próximo Consell d’Alcaldes a unificar criterios y endurecer sanciones.

«No se trata de prohibir todo, se trata de que entiendan que cuando se dice no, es no. La sensación de impunidad que ha reinado hasta ahora, esto de que da igual lo que hagas porque no va a pasar nada y que como mucho llegará una multa pequeña, esto se debe acabar», indicó la vicepresidenta Viviana de Sans, quien indicó que «llegará un momento en que la cultura esta de la impunidad pase a la historia y que la gente entienda que si se dice hasta aquí, es hasta aquí». «Para cambiar esta inercia de permisividad tendremos que tomar medidas más serias», subrayó la consellera de Podemos.

Mientras tanto, la consellera de Territori i Mobilitat, Pepa Marí, avanzó que en el siguiente Consell d’Alcaldes se tratará de «aunar a todas las administraciones» a que actúen «en la misma dirección» y a la vez, subrayó, «trabajar con el sector», ya que en su opinión «toda la sociedad ibicenca es muy consciente de que hay que poner límites». «Aquí ha faltado control, ha faltado la reglamentación, a ninguno les interesaba aplicar la ley porque se las saltaban a la torera, y esto ha provocado un desbordamiento y un caos», señaló Marí. La consellera recordó que los ayuntamientos «son soberanos en muchas cuestiones y tienen el poder de decir si las sanciones son más o menos fuertes». Según la portavoz, la gente no entiende por qué en un municipio se multa a un local «con 5 y en otro sitio con 25», por lo que considera prioritario «aunar criterios y actuar de manera conjunta».

Ambas se mostraron partidarias de endurecer las sanciones. «Las multas tienen que ser proporcionadas al mal que se está haciendo y a la capacidad de daño. De esta forma se lo pensarán más; si no, el carácter disuasorio deja de existir», indicó Marí al ser preguntada por las multas que acumula una conocida discoteca de Sant Rafel por incumplir de manera reiterada el horario de cierre.

Espacios naturales

Respecto a la multa de Costas a la promotora de la fiesta de s’Estanyol, las conselleras recordaron que la Guardia Civil emitió un informe detallando los incumplimientos que se llevaron a cabo, como cerrar la playa y los accesos, poner seguridad privada, instalar escenarios o poner publicidad en el entorno natural. Viviana de Sans dijo que el uso público para actividades privadas «debe estar debidamente justificado y ser muy restringido»: «Desde luego, no permitiremos ‘pasadas de rosca’ como fue este tema, que es absolutamente intolerable».

Las portavoces del Consell reconocieron que Eivissa «vive del turismo» y que, en la medida de lo posible, «se deben combinar las actividades privadas en espacios públicos», pero «con mucho cuidado y de forma limitada». «No se autorizarán actividades que supongan un abuso, que sobrepasen los límites o que tengan una repercusión dolorosa para nuestros espacios. Son nuestro tesoro y los tenemos que cuidar», concluyó Marí.