Personas de todas las edades pudieron participar en las distintas actividades realizadas en Atzaró.

Atzaró se convirtió el domingo en el escenario propicio para la meditación y la relajación. Si de por sí este Agroturismo es un lugar que llama a sus huéspedes a desconectar y descansar, la jornada que tuvo lugar este fin de semana fue en exclusiva dedicada al espíritu y al enriquecimiento interior.

Ibiza Spirit Festival organizó un día intensivo de actividades, con más de 50 talleres, entre las que se incluyó la danza, tantra, meditaciones, terapias, yoga, pintura... todo ello envuelto por la música zen y la naturaleza en la que se emplaza el hotel.

Jerry Brownstein, director y principal organizador del Spirit Festival en colaboración con David Moss comentó el objetivo de esta jornada «Éste es el cuarto año que lo organizamos y se basa en una práctica de conciencia para que la gente aprenda a relajarse y a ser más consciente de sus ideas. Ayuda a clarificar la mente y a canalizar la energía para transformarla en un elemento positivo que nos ayude a nosotros mismos».

La entrada para pasar a la zona de actividades fue de 10 euros, de los cuales la parte restante tras haber cubierto los gastos fue donada a un proyecto con fin solidario, en este caso destinado a la causa de APNEEF (Asociación de Personas con Necesidades Especiales de Eivissa y Formentera).

Por ello también APNEEF tuvo su estante representativo en esta jornada donde ofrecía información y actividades para los niños. «Todo lo organiza el Ibiza Spirit Festival y como este año van a recaudar dinero para nuestra asociación estamos aquí para informar sobre nuestro proyecto, por si alguien no lo conoce y le interesa», comentaba una de las voluntarias.

Así, desde las 11.30 que abrió sus puertas hasta por la noche, se desplegaron a lo largo de Atzaró las terapias, workshops y tratamientos. Hubo clases de relajación y también puestos artesanos con collares y productos tallados en madera. Un día completo en el que no podía faltar la comida. Una gastronomía basada en alimentos sanos, nutritivos y orgánicos, donde también hubo zumos naturales. Igualmente, en la entrada, hubo una parte dedicada a los más pequeños donde pudieron pintar caretas, tocar los bongos y hacer teatro con marionetas.