El Ayuntamiento de Santa Eulària anunció ayer que exigirá al Govern balear que realice un control «periódico y exhaustivo» de los gases que emite la depuradora, para evitar que puedan suponer un riesgo para la salud de los vecinos.
Para ello, informó el Consistorio en una nota de prensa, el equipo de gobierno presentará en el próximo pleno una propuesta de acuerdo para pedir este incremento del control, así como la elaboración de un plan de mantenimiento que evite los malos olores y la acumulación de lodos.

El objetivo, señala, es que no se vuelva a repetir la situación del verano pasado, cuando se generaron numerosas quejas y denuncias por parte de vecinos y hoteleros de la zona.
Santa Eulària informó de que ha realizado sus propios controles sobre las emisiones de gases, tomando muestras de cinco puntos diferentes del entorno de la depuradora, durante una época en que, «según los responsables de la planta, la instalación funcionaba con normalidad».

Según el Consistorio, «se han registrado concentraciones elevadas de sulfhídrico, superando los datos establecidos legalmente» por lo que los análisis han sido remitidos a las conselleries de Medio Ambiente y Salud para determinar si suponen un riesgo para los vecinos.

Por otra parte, Santa Eulària recuerda que, a pesar de no tener competencias, se ha encargado de sacar los lodos de la depuradora «para evitar la acumulación y garantizar su aplicación agrícola».
También critica que aún no ha tenido respuesta a la petición del plan de mantenimiento que hizo en septiembre, a través de una moción aprobada por pleno, y ha anunciado que seguirá insistiendo en la necesidad de asegurar el mantenimiento diario, a la espera de la remodelación de la planta, pendiente desde 2007.