Keith y Juanma Vidal, en el lugar, junto a la gran sargantana.

Esta es la historia de una unión entre música y escultura que comenzó de forma casual y que ha desembocado en sorprendentes figuras, composiciones y mensajes elaborados con piedras en una zona aislada entre Cala Llonga y Santa Eulària.

Los protagonistas son, por un lado, Black Rose, una banda valenciana formada por Evika Blue, Juanma Vidal y Luis Martínez, y que lleva tres años tocando en verano en Eivissa, y por otro, el inglés Keith Gallagher. Y todo comenzó, según explicó a este periódico Juanma Vidal, guitarrista de la banda, en uno de sus conciertos. «Un día vino a vernos Keith, se nos presentó, nos dijo lo que hacía con las piedras, nos invitó a verlo, nos quedamos tan alucinados que lo fotografíamos, y aquí está, porque se merece un reconocimiento», resume Vidal.

No es para menos. Este británico que trabaja en una empresa en Inglaterra sin relación con la escultura ni el arte ha sido capaz de crear en la zona sorprendentes figuras que van desde flechas de gran tamaño a una sargantana, pasando por un sofá, un banco o una mesa con maravillosas vistas al mar. De todas, llama especialmente la atención la imponente figura de la sargantana, de unos cinco metros de extensión, (fotografía de la izquierda), y construida con gran realismo. «Keith nos contó que en su país no tiene ninguna relación con la escultura y que creó todas estas figuras durante los dos últimos años, durante los meses que pasa en Eivissa a partir de julio, a modo de hobby, y sin más interés que hacer una zona de descanso para los visitantes», explicó Juanma Vidal.

Ahora, tras darlo a conocer, la intención tanto de Keith Gallagher como de los miembros de Black Rose es juntar las fotografías de las composiciones y hacer un book fotográfico con ellas. «Nos contó que estababa a punto de jubilarse y que ahora quería dedicarse a la escultura de forma casi permanente y la verdad, viendo lo que ha dejado en Eivissa, tiene mano para ello», bromea Vidal.