Las obras de la interconexión de las desaladoras de Eivissa continúan sin una fecha exacta de inicio, a pesar de que estaba previsto empezarlas en el mes de octubre, lo que desde Sant Josep se ve como un «retraso preocupante». Desde el Govern balear esperan poder iniciarlas a finales de año o principios del que viene, aunque recuerdan que están pendientes de que las expropiaciones de terrenos se publiquen en el Butlletí Oficial de les Illes Balears (BOIB), previo acuerdo del Consell de Govern. Además, apuntan que de acuerdo con el convenio de expropiaciones, las tiene que pagar el Ministerio.

Desde el Ayuntamiento, señalaron que el retraso se ha producido por «problemas con las expropiaciones», pero que las del tramo de Sant Josep «ya están solucionadas y adjudicadas». Es por ello, que el Consistorio ha instado al Govern a iniciarlas «con urgencia». Precisamente, el alcalde de Sant Josep, Josep Marí Ribas ‘Agustinet’, se desplazó el miércoles a Mallorca donde mantuvo varias reuniones respecto a este tema». «Calculan que empezarán en enero», afirmó el alcalde, que reconoció estar «preocupado y enfadado» porque es un retraso que les afecta. «Espero que no ponga en peligro el inicio de la temporada turística».

Según explicó, las obras del tramo de Sant Josep tienen un plazo de ejecución de un máximo de dos meses, por lo que en marzo deberían estar finalizadas, aunque posteriormente se necesitará un tiempo para conectar este tramo con el depósito de ses Coves Fosques y hacer pruebas de carga y comprobaciones. «Iremos muy justos, pero nadie me ha dicho que no se podrá hacer», señaló Marí.

‘Agustinet’ aseguró que las explicaciones que ha recibido sobre este retraso es que, a pesar de que en Sant Josep «no hay problemas de expropiaciones», la empresa adjudicataria está esperando tener «luz verde » para que una vez acabado el tramo de Sant Josep, puedan continuar en el resto de municipios, sin tener que parar los trabajos.

El alcalde también reconoció que se trata de un proyecto «complicado» porque viene de un convenio de 2002 en el que «el Gobierno se encarga de pagar y el Govern balear de dirigir las obras», por lo que hay muchos «implicados». En este sentido, apuntó que «el Govern también quiere asegurarse que tendrán el dinero para ejecutar las obras», mientras que desde al Ayuntamiento de Sant Josep «solo nos queda insistir».