La entidad ha presentado 17 alegaciones a esta norma con el objetivo de mejorarla y para evitar que imponga «la llamada ideología de género» o que suponga «un intervencionismo gubernamental en los medios de comunicación y en la publicidad», ha informado en un comunicado.
Entre las alegaciones presentadas por el IPFB figuran la propuesta de derogar o modificar varios artículos que quieren «imponer un único sistema pedagógico como la coeducación» así como «la ideología de género a los alumnos» y otros que establecen la creación de «decenas de comisarios políticos de igualdad» e imponen un distintivo de igualdad a las empresas.
«Esta ley no persigue la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer, sino que simplemente persigue conseguir la igualdad a base de eliminar la condición de hombre y de mujer», señala la nota.
IPFB achaca a la norma que «fomenta el individualismo, limita los derechos del ser humano a la vida, limita los derechos de las personas a la libertad, ya sea de los padres a la educación de sus hijos, sea de las mujeres a ser madres» y devalúa el papel de la familia.
5 comentarios
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Si una mujer decide no ir a trabajar es una lista, y no hay. derecho que cuando enviude, los demás le tengamos que pagar su pensión ¡ Rancios!
¡Depravados! y luego querrán que la pederastia sea legal y que las mujeres tengan prohibido trabajar. Son como los talibanes.
La ley antiviolencia de género es una imposición de los lobbys feministas del PSOE.Las feministas no entienden que los culpables de la violencia de género no son hombres sino delincuentes.La educación (también la coacción para los machistas y feministas violentas) es la única forma de terminar con esta lacra.Los niños no pueden ser usados como castigo,la violencia (toda) ha de ser denostada.Recuerdo los primeros años del cinturón de seguridad obligatorio en el coche (sin querer comparar ni banalizar ) en los que hizo falta mucha educación,mucha información y muchas multas para cambiar la mentalidad de los conductores.
Veritat com un temple. Teniu tota la raó.
Tienen razón. Una mujer que por voluntad propia decide ser madre y ama de casa no es una retrasada mental ni padece el síndrome de Estocolmo por estar sometida, supuestamente, a la autoridad patriarcal como las feministas radicales y algunos partidos quieren hacer creer al resto de la sociedad. El derecho de la mujer al trabajo es simplemente un derecho, no una obligación moral, legal o ética. Los gobiernos deberían ofrecer alternativas al aborto, como la ayuda económica a mujeres que pasan por dificultades para que pueda elegir libremente qué camino tomar. Tampoco el gobierno tiene autoridad para obligar a las empresas a escoger sólo mujeres, sólo hombres o la mitad de cada sexo para su plantilla.