Jaume Ródenas lleva «tocando puertas cada día» para encontrar un almacén en el que poder guardar y empezar a distribuir los alimentos. | Toni Escobar

«Hoy por hoy, el no disponer de un almacén o nave nos está quitando el sueño», asegura con preocupación Jaume Ródenas, impulsor del Banco de Alimentos de Eivissa, quien relata que cada día mantiene conversaciones y contactos con los ayuntamientos e instituciones de Eivissa, pero por el momento no han encontrado quién les podría ceder el almacén para poder empezar a ejercer su actividad solidaria.

En este sentido, Ródenas explica que para crear un Banco de Alimentos el primer paso es el proceso administrativo legal de constitución al que hay que sumar el tener un espacio físico, como un almacén o una nave, para poder empezar a ejercer su actividad.

«Llevamos desde mayo o junio removiendo, tocando muchas puertasy buscando un almacén, pero por el momento no sale», precisa. Esto ha provocado que no hayan podido aceptar donaciones importantes de comida, como 10 toneladas de zumo de frutas y 7 toneladas de roscones de Navidad. «La semana pasada me llamaron de dos bancos de alimentos amigos y me ofrecieron estas aportaciones, pero no tenemos donde guardarlas», lamentó. Y añadió que han recibido ofertas de particulares que incluso ponen a disposición del Banco de Alimentos garajes y pequeños trasteros, pero debe ser un local de unos 500 metros cuadrados «y unos 4,5 metros de alto porque habría que colocar estanterías; estas serían las medidas óptimas, pero también puede tratarse de un tamaño un poquito menor para iniciar la actividad, como por ejemplo, unos 300 metros cuadrados. Me he basado en la experiencia de bancos de alimentos que atienden a una población similar a la que tiene Eivissa».

Ródenas afirma que «lo deseable» es que alguna institución o empresa privada les ceda el almacén o nave en el que poder empezar la actividad, pero si no lo consiguen se verán abocados a tener que pagar un alquiler por tener un espacio físico en el que poder almacenar los alimentos. «Si no conseguimos que nos la cedan de manera gratuita tendremos que buscar un alquiler de alguna nave o almacén, pero no es lo deseable porque ese dinero se podría destinar a ayudar a las personas». Hasta el momento, ha habido alguna institución que se ha ofrecido verbalmente a colaborar de manera económica en el alquiler.

LA NOTA

Contactos con fundaciones y empresas

Tras las fiestas navideñas, Jaume Ródenas tiene la intención de iniciar una ronde de contactos con fundaciones privadas para seguir buscando un local. En este sentido recuerda que la cesión gratuita de un almacén, por ejemplo, “es el equivalente a una donación en especie, por lo que la empresa tendría beneficios fiscales”. Hasta el momento se han reunido con dirección insular en Eivissa, donde les mostraron “un gran interés en que algún patrimonio que el Estado tiene en la isla se pudiera ceder, por lo que mediarán y lo solicitarán a Madrid”, apunta Ródenas, quien calcula que le Banco de Alimentos en Eivissa podría ayudar a cerca de 7.000 personas.