La colección de 43 cuadros compuestas por las características obras de Romanie se podrán contemplar en Can Tixedó hasta el próximo día 28 de enero. Foto: JOAQUÍN ROSAURO FERNÁNDEZ

El pasado 17 de diciembre se inauguró una exposición de pinturas de Romanie en Can Tixedó.

Se trata de una muestra de 43 obras, de diversos formatos, que realizó durante sus tres estancias en Viena en 2014 y 2015 y que permiten observar su evolución artística y personal. En este sentido la propia artista comentó a este periódico que su pintura «es un reflejo de su mundo interior, del subsconsciente, y un trabajo constante de transformación y búsqueda espiritual».

Este cambio empezó con las enseñanzas del profesor de pintura Philip Rubinov Jacobson – discípulo de Ernst Fuch y uno de los fundadores de la Escuela de Realismo Fantástico de Viena – que la inició en las técnicas de los antiguos maestros flamencos con el empleo de la témpera al huevo. Su pintura, «siempre partiendo de la abstracción», fue adquiriendo más profundidad y relieve y se fue alejando de la figuración de objetos definidos y reconocibles para abrir paso a un nuevo mundo pictórico más intimista, fantástico y surrealista.

Romanie asegura que, más tarde, decidió volver allí y pasar casi cinco meses a modo de retiro, para poder, una vez más, encontrar su propio estilo con el uso de esta nueva técnica». Durante este período tuvo el asesoramiento de un gran amigo y artista, De Es Schwertberger, que la escuchó y aconsejó en su proceso a «través de los laberintos interiores y exteriores por los que estaba atravesando».

Concretamente la artista confiesa que fue una «temporada de crisis, de cambios internos y externos que la ayudaron a evolucionar». Así, volvió a Eivissa con la sensación de que no había acabado con este proceso interior y decidió regresar a Austria, «en esta ocasión con muy pocos recursos» por lo que solo pudo realizar piezas de pequeño tamaño que resultaron ser sorprendentemente reveladoras para ella.

Ahora, la artista desea que podamos «comunicar con estas obras íntimas y escuchar su música que susurra su historia a través de su experiencia». No en vano, todo este proceso, afirma la pintora, le ha servido «para abrir un lenguaje y un camino que quiere expresar y comunicar con nuevas obras» y por ello tiene la necesidad de cerrar esta etapa para poder trabajar en la siguiente.

Entre sus próximos proyectos se encuentran varias exposiciones en Viena y en Eivissa, y la realización de un libro de manualidades para niños, que será una recopilación de toda su experiencia durante los diez años que ha dedicado a la enseñanza infantil.

La exposición se podrá visitar hasta el 28 de Enero.