La última semana del año comenzó entre suspiros de alivio una vez superada con éxito la repetición de la Cursa Eivissa Patrimoni de la Humanitat. Esta vez la señalización fue la correcta y los corredores pudieron cruzar la línea de meta sin contratiempos.

En el Día de los Inocentes reina normalmente el buen humor pero este 28 de diciembre nuestros políticos a nivel nacional no estaban para muchas bromas. Las negociaciones para formar gobierno continúan sin grandes avances y todo apunta que la incógnita sobre qué partidos formarán parte del gobierno no se despejará en los próximos meses. De momento, Pedro Sánchez parece estar acorralado por los barones de su partido, que le atan en corto para impedir que el PSOE acabe pactando con Podemos. Mientras tanto, Mariano Rajoy sigue en sus trece y propone un gobierno respaldado por PP, PSOE y Ciudadanos, una alternativa respaldada por el empresario Abel Matutes, que esta semana volvió a escena en un debate televisivo para apostar por «una mayoría sólida».

El 2015 se nos fue con una buenísima noticia. El servicio de radioterapia, una de las demandas más clamorosas de los últimos tiempos, se pondrá definitivamente en marcha en Eivissa el próximo mes de enero. Jorge Sánchez, un paciente colombiano que vive en España hace 17 años, será el primer paciente en recibir el tratamiento.

La noticia más leída de la semana fue el avistamiento de un tiburón en aguas de ses Figueretes. Todo quedó en una anécdota. No como el aparatoso accidente protagonizado por un conductor alemán que se empotró bajo los efectos del alcohol contra una valla publicitaria en la rotonda de Can Misses.

La celebración del Fin de Año por anticipado no acabó en tragedia de milagro. Con un detenido por una pelea terminó la Nochevieja este año. 100 efectivos de seguridad velaron durante toda la noche para recibir el 2015 sin sobresaltos.

El 2016 llegó con una de las mejores y más amables noticias que se dan en todo el año. El nacimiento del primer bebé de las Pitiüsas. Este año, el primer bebé en ver la luz se llama Martí, es de Sant Agustí y nació 50 minutos después de las campanadas en Eivissa en una noche movidita en Can Misses. 5 bebés decidieron esa noche salir al mundo.