Imagen de la calle Arxiduc Lluís Salvador. g | Daniel Espinosa

Un terrible suceso cambió por completo la vida de Luis Salvador, archiduque de Austria. Su prometida Matilde, hija del archiduque Alberto, murió calcinada delante de sus ojos después que su vestido de gasa ardiera en llamas. Esta traumática experiencia hizo que el que había sido gobernador de Bohemia dedicara su vida a partir de ese momento a viajar, estudiar y a escribir.

En las islas es conocido popularmente como el primer turista de las Balears, el precusor de los trotamundos porque en 1867 emprendió un viaje, con solo 19 años de edad, que incluyó ciudades como Barcelona, Zaragoza, Valencia, Palma, Eivissa o Menorca. Su intención era escribir un libro sobre las Balears que tardó en escribir 21 años con la ayuda de numerosos colaboradores.

El 11 de agosto de ese mismo año llegó a Eivissa por primera vez procedente de Valencia y aquí pasó al menos tres semanas hasta principios de septiembre, ya que cuando quiso embarcar de nuevo tuvo que quedarse porque no tenía salvoconducto.

El archiduque pasó en cambio largas temporadas en Mallorca donde adquirió grandes propiedades en la serra de Tramuntana hasta el punto de que llegó a ser propietario de casi toda la costa entre Valldemossa y Deià.

Personalmente, Luis Salvador de Austria fue un personaje muy popular, excéntrico y que iba vestido con indumentaria informal. Pasará a la historia como un decidido protector del medio ambiente y un mecenas cultural e intelectual que prestó ayuda tanto económica como material a científicos y artistas sin la cual muchos estudios e investigaciones no se hubieran realizado.

También fueron conocidos los devaneos amorosos del archiduque en las islas. Su amante más conocida fue la mallorquina Catalina Homar pero la lista parece que fue larga, al igual que la de los hijos ilegítimos que tuvo durante su estancia en la isla, a quienes dejó sus propiedades a través de su secretario y heredero de su fortuna, Antonio Vives.

Su figura ha sido tan admirada en las Balears que hace unos años se constituyó la Asociación de Amigos del Archiduque, que colaboró en la rotulación de los caminos seguidos por él en sus recorridos por Eivissa.

La vida del archiduque fue intensa en las Balears pero, a pesar de ello, no pasó aquí sus últimos días de vida. Luis Salvador de Habsburgo-Lorena y Borbón murió en un castillo en Bohemia, el 12 de octubre de 1915 a los 68 años de edad.