Las Supremas recrearon canciones para los más mayores. | Daniel Espinosa

Aún no había podido recuperarse el cuerpo de los ibicencos de la última fiesta Flower Power, el fin de semana anterior, cuando ya teníamos encima otro guateque. La XIII edición del Anem de Palanca volvió a llenar el sábado por la noche la carpa del Passeig de ses Fonts de Sant Antoni con una actuación, como colofón final, que dio mucho que hablar.

Los ritmos sesenteros y setenteros volvieron a sonar para hacer mover el cuerpo de los asistentes. Misma época que la del pasado fin de semana, cuando los hippies llenaron las calles, pero esta vez, con ritmos también españoles emblemáticos que perduran en el tiempo. Ya ha llovido, a pesar de la sequía, desde que sonaron esos locos temas de Fórmula V, Karina y su baúl, Los Brincos, Los Bravos, Los Diablos…

Poco a poco se fue llenando la carpa y la gente fue ocupando su sitio en la pista. Aunque ya no había tantos jóvenes entre los asistentes, enseguida los más atrevidos comenzaron a animarse y a dar sus primeros pasitos de baile. A golpe de cadera acompañaron la mítica Puerta de Alcalá de Ana Belén y Víctor Manuel, Viva la vida de Los Stop, Delilah de Tom Jones o los 15 años que tenía el amor del Dúo Dinámico.

Claro que el ambiente se fue animando y caldeando porque aún estaba por salir el plato fuerte de la noche, la actuación de Las Supremas que dejaron, por una noche Móstoles y la península, para cantar en Eivissa. Empezaron ya con fuerza su espectáculo gritando «qué hacen las manos en los bolsillos, ¡arriba, aplausos!».

Con sus cardados rubios, sus pendientes largos y sus vestidos negros con lentejuelas plateadas, llenaron de luz la carpa y revolucionaron a su público. A base de cante y monólogos, las tres hermanas madrileñas Vicky, Luisi y Susi, se metieron en el bolsillo a los ibicencos a golpe de carcajada. «Nosotras siempre estamos de cachondeo, pero siempre decimos la verdad. Seremos feas y gordas, pero no mentirosas. Estamos aquí porque nos han traído y para que lo paséis bien».

Cantaron un poco de los dos discos que tienen, como ellas dijeron, «hicimos un single que se vendió de maravilla, luego sacamos otro disco con canciones de los 70 y sólo compraron 3 copias». Así, versionaron el Antes muerta que sencilla, muy acorde con su estilo, y se atrevieron con el inglés de Abba o el Dirty old man que dedicaron al organizador de la fiesta, Pep Pilot. Se animaron con Un sorbito de champagne cantado a capela con un miembro de Los Brincos, que está casado con una de ellas, que subió al escenario ocupando su lugar de ‘cuarta suprema’ y remataron la noche con su éxito Eres un enfermo con el que suscitaron varios ‘bises’.