La playa de ses Figueretes fue el lugar donde ayer acabó un tiburón de dos metros. Por su estado, el escualo, una cañabota gris, llevaría varios días muerto y habría sido arrastrado por las corrientes hasta la orilla de la playa ibicenca.

La presencia del animal muerto fue advertida por un vecino de la zona que poco antes de las 15,00 horas llamaba a la Policía Local para comunicar su descubrimiento.

En cuestión de minutos, hasta la zona donde se encontraba el animal llegaron curiosos que querían ver de cerca el tiburón, que presentaba signos de descomposición.

Hasta el lugar también se desplazaron agentes de la Policía Local y el técnico de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Vila.
La expectación fue creciendo, especialmente entre los más pequeños, y poco después llegó una excavadora que se encargó de retirar el animal.

Entre las 15,00 y las 16,00 de la tarde se aproximaron hasta el lugar del hallazgo decenas de personas, quienes no dudaron en capturar la inusual instantánea con sus teléfonos móviles.

Los operarios de la empresa Cespa-Ferrovial fueron los encargados de la retirada del escualo, que llevaría varios días o semanas muerto según las primeras informaciones.

Cañabota

Verónica Núñez, oceanógrafa y ambiéntologa del Centro de Recuperación de Especies Marinas (CREM) de Sant Antoni, apuntó que el animal muerto es una cañabota hembra y joven.

La especie en particular responde a un tiburón de profundidad que está presente en el Mediterráneo.

Núñez explicó que por el estado de descomposición, el escualo lleva varios días muerto y añadió que no es extraña la presencia de cañabotas en nuestras aguas.

La oceanógrafa y ambientóloga no se aventuró a asegurar la causa de la muerte y apuntó que podría tratarse desde un golpe recibido por un barco al ataque de otro animal.

Verónica Núñez indicó que esta especie llega a alcanzar más de cuatro metros cuando son adultos.

En este sentido, indicó que se trataría de una hembra joven.

Otros casos

La llegada de esta cañabota muerta se produce meses después del avistamiento de otro escualo a aguas de ses Figueretes.

El pasado 29 de diciembre, varios vecinos de la zona observaron la llegada de una tintorera.

El escualo, de unos dos metros y medio de longitud, fue avistado durante varios minutos antes de marchar hacia la zona de Puig d’es Molins y dirigirse mar adentro.

El jueves, un pescador localizó en Menorca otra cañabota que estaba agonizando.