Uno de los manifestantes porta una pancarta contra los políticos. | Toni Escobar

El conseller de Medi Ambient, Vicenç Vidal, ha insistido en que la matanza de cabras de es Vedrà era la única «alternativa posible y viable», que está avalada por «técnicos, la Universitat balear y las entidades ecologistas». Vidal hizo estas declaraciones a IB3 tras conocer que más de 500 personas se habían manifestado en Vila para protestar por la acción de es Vedrà por parte de su departamento. Además, Vidal declaró: «Estamos abiertos al diálogo con los animalistas, pero también pedimos respeto hacia nuestras personas». Vidal tuvo la oportunidad el viernes de iniciar el diálogo con los animalistas, que presentaron en la sede de la Conselleria de Medi Ambient más de 18.000 firmas contra el exterminio de las cabras de es Vedrà, pero no les recibió ni habló con ellos.

El conseller de Medio Ambiente balear, que llamó bárbaros y caciques a los vedraners, pide que ahora no haya insultos, y tampoco amenazas de muerte, si bien éstas estaban dirigidas al conseller insular, Miguel Vericad. Vidal reclama respeto cuando todavía existe indignación, como se demostró en la protesta del sábado, por su comparecencia parlamentaria, en la que el conseller insultó a los vedraners con sus palabras.

Precisamente, la postura de Vidal de que solo era posible matar a las cabras se contradice con la versión de los vedraners, que durante la manifestación celebrada el sábado insistieron en que ellos hubiesen podido sacar vivas las cabras en dos o tres días. «Yo, con seis o siete más, las hubiésemos podido sacar vivas a todas», declaró a este diario un vedraner.

Durante el día de ayer, y tras conocer el alcance de la protesta, distintas personas vinculadas a grupos ecologistas y al partido de Vericad intentaron desprestigiar la convocatoria a través de las redes sociales. Desde que la protesta había sido impulsada por el PP (los populares renunciaron a acudir a la protesta) hasta llamar ignorantes a los manifestantes, que no cuestionan la necesidad de sacar a las cabras de es Vedrà sino del método utilizado para acabar con ellas. Repetidamente desde el Govern y el Consell se intenta confundir una cosa y otra. Es decir, que los que protestan por la matanza de las cabras son los que aceptaban un desequilibrio ecológico en es Vedrà, cuando en realidad la protesta era contra el exterminio a balazos del medio centenar de cabras.

Durante los próximos meses seguirá la polémica ya que se presentarán mociones en los ayuntamientos de Eivissa, en el Consell, y previsiblemente habrá actuaciones políticas en el Parlament.