Andreu Roig, Antoni Marí y Santi Marí se reunieron ayer con seis vecinos afectados por la instalación de la planta asfáltica. | Toni Escobar

El alcalde de Sant Joan, Antoni Marí ‘Carraca’, y los dos tenientes de alcalde, Andreu Roig y Santi Marí, se reunieron ayer al mediodía en el ayuntamiento con una representación de vecinos de Sant Llorenç afectados por la planta asfáltica provisional en es Pas d’en Mateu. Al finalizar el encuentro, en el que ‘Carraca’ reiteró ante los vecinos que el Consistorio no tiene ninguna responsabilidad en la instalación de la infraestructura, el alcalde pidió a la empresa encargada de las obras de la carretera «que se pongan a trabajar de inmediato en el tramo cortado al tráfico».

Marí criticó la «soberbia y prepotencia» de la UTE Copcisa y Construcciones Olives en relación a su actuación con los vecinos, y recomendó a la empresa a que dé «un paso importante. Si no hay otra solución que instalar la planta asfáltica, se tienen que tomar medidas de control de emisiones de gases para que los vecinos tengan garantizada su salud, y tiene que tener otros gestos para no causar problemas a los vecinos cuando salgan de sus casas, garantizar que la planta es provisional y no causar molestias innecesarias».

‘Carraca’ también echó en cara al Consell d’Eivissa «que haya intentado culparnos de la ubicación [de la planta asfáltica], y no es cierto porque tengo un informe jurídico que dice que en aquel lugar no es necesaria una licencia municipal».

Por su parte, el portavoz de los vecinos afectados, Juan Munar, aseguró haber entendido las explicaciones del Ayuntamiento de Sant Joan y criticó que mientras se está llevando a cabo la instalación de la planta asfáltica «en la carretera no trabaja nadie».

Además, Munar pidió al Consell d’Eivissa «que hable con nosotros y nos diga qué solución tiene, porque nos tienen abandonados. Espero que tomen una decisión de una vez por todas». Este vecino de Sant Llorenç, uno de los 77 que han firmado la petición para que la planta asfáltica cambie de ubicación (inicialmente estaba prevista en unos terrenos municipales cerca de Can Coroner), apuntó que están dispuestos «a llegar donde haga falta, incluso por lo penal, porque no podemos aguantar que nos pongan la planta el tiempo que ellos quieran».