Lejos de languidecer, la matanza de cabras de es Vedrà ha continuado dando mucho de que hablar esta semana que hoy termina. El martes supimos de una nueva intervención del Govern en el islote ibicenco que, no obstante, no culminaba el exterminio y se dejaba algunos ejemplares vivos. Finalmente, las tres supervivientes serán abatidas. El culebrón continuó el viernes con las críticas del alcalde de Sant Josep. Agustinet lamentó las formas, pero rechazó pedir dimisión alguna en la Conselleria de Medi Ambient. El sábado les informamos ampliamente sobre la protesta de los animalistas frente al Consell, mientras en el pleno de la administración insular Vericad guardaba silencio. El presidente de la institución, Vicent Torres, salió a la palestra para reconocer que la actuación «ha herido la sensibilidad de muchas personas». Después de manifestaciones, protestas y miles de firmas en las redes, se agradece una mínima disculpa.

Pero otros muchos temas han protagonizado la actualidad de la semana, como la información con la que desayunábamos el lunes, que cifra en un 40% el encarecimiento de los productos básicos a causa de la insularidad. Algo que nuestros bolsillos, desgraciadamente, ya notaban. Las bodegas de los barcos regresan vacíos a la Península, lo que nos pasa factura a todos los ciudadanos pitiusos. Pimeef pide un descuento en el transporte de mercancías como en el de pasajeros. No faltan razones, quizás ‘sólo’ dinero.

Hablando de dinero, la concesionaria del Hospital Can Misses dejó de percibir unos 700.000 euros (’sólo’ ingresó 12,92 millones) a causa de las 8.000 incidencias y los 1.200 expedientes abiertos que registró el Área de Salut de Eivissa y Formentera el año pasado. Demenciales cifras que reclaman un golpe de timón urgente en la gestión de nuestro sistema de sanidad pública.

Con la salud no se juega... y con el pan, menos. Es por lo que sufren 30 familias de artesanos que han visto cómo el Ayuntamiento de Sant Antoni quiere sacarlos del paseo de ses Fonts para reubicarlos en una plaza poco transitada. Y si asusta que toquen el pan, que tampoco falte el circo. Inquietó, y mucho, la información que reveló el compañero Tomás Sánchez sobre el interés de Amadeo Salvo por el San Rafael.