«No le deseo este calvario a nadie. Sólo pido un salvoconducto para Karla María»

«El calvario que estamos pasando es demasiado y por eso pido a las autoridades españolas que faciliten la entrada de mi pequeña a España. Karla es a todos los efectos mi hija. Si yo no estuviera aquí, ella no tendría a nadie. Sólo pido un salvoconducto para regresar a España». Es el llamamiento que lanza la ibicenca María Teresa Gregorio Roig desde Moscú.

«De aquí (Rusia) saldremos juntas mi hija y yo», subrayó al PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA María Teresa, quien apuntó que «la espera se está haciendo muy angustiosa» pero confía en que la situación se resuelva satisfactoriamente para ella y su hija Karla María Gregorio Roig, la pequeña que ahora tiene 8 meses y es fruto de un proceso de gestación subrogada (vientre de alquiler).

«Únicamente pido lo que es justo. En Rusia, Karla María es hija mía a todos los efectos. Tengo un certificado de nacimiento. La madre gestante renunció a ella y el juez ruso que revisó toda la documentación dijo que no hay ninguna irregularidad», indicó María Teresa.

La empresaria ibicenca de 47 años explicó que el próximo martes tratará de reunirse con el cónsul de España en Moscú, Miguel Bauzá, para solicitarle nuevamente un salvoconducto. «Hace dos meses a una pareja española le dieron el salvoconducto en San Petersburgo. No es comprensible la negativa a mi caso», lamentó María Teresa, quien reclama un salvoconducto y la inscripción de Karla María en el registro español.

«Mis padres me apoyan desde el primer momento pero la situación ya empieza a afectarles. Esta situación no se la deseo a nadie», indicó María Teresa. En verano recibieron la visita de su madre, María, pero su padre, que tiene problemas de salud, conoce a la pequeña a través de las fotografías y los vídeos que envía desde Moscú.

Explicó que la justicia española no le concede el salvoconducto porque María Teresa no ha dado a luz a Karla María. Pero la empresaria ibicenca hizo hincapié en que los documentos que tienen están reconocidos por diferentes convenios internacionales. En ese sentido, subrayó que se «está vulnerando el convenio de La Haya que obliga al reconocimiento recíproco de los certificados de nacimiento».

Además, insistió en el hecho de que en Rusia no tienen ningún tipo de cobertura sanitaria, ya que, para las autoridades rusas, Karla es a todos los efectos española.

«Es muy duro lo que estamos pasando. Estamos viviendo en un apartamento que me cuesta 1.000 euros al mes pero no podré hacer frente a esta situación mucho más tiempo», señaló la empresaria ibicenca.

El abogado de María Teresa presentó un contencioso administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. La semana próxima se reunirá con el cónsul de España en Moscú para tratar de encontrar una vía de salida para Karla María.

L A N O T A

Para la justicia rusa, Karla María es española

Karla María Gregorio Roig nació el 7 de julio de 2015 en el hospital estatal de Moscú. Tres días después, la pequeña y María Teresa abandonaban el centro con el alta hospitalaria y «todos los papeles en regla», señaló María Te- resa.

«Me entregaron el documento que indica que Karla es hija mía y el libro de revisiones de la pequeña donde se indica el peso, la talla...», explicó la empresaria ibicenca, que añadió que en Rusia la maternidad subrogada es legal y está regularizada.

María Teresa estuvo 7 años haciendo gestiones para llevar a cabo una adopción pero cuando ya estaba a punto de conseguirla, Rusia cerró las adopciones para monoparentales. Fue en ese momento cuando conoció la alternativa de la maternidad subrogada. «España tendrá que legalizar la maternidad subrogada porque de hecho ya existen muchos casos», apostilló María Teresa.