Eivissa y Formentera pierden gancho cuando la Semana Santa se adelanta en el calendario. Buena parte de la planta hotelera pitiusa permanecerá cerrada la próxima semana por dos causas fundamentales: la amenaza que para hoteleros y comerciantes supone el siempre tibio mes de abril y las reformas que están acometiendo cerca de medio centenar de establecimientos turísticos, que abrirán sus puertas en mayo o junio.

Según detalló el presidente de la Federación Empresarial Hotelera de Ibiza y Formentera (Fehif), Juanjo Riera, tan solo tienen previsto recibir turistas en Semana Santa 71 alojamientos turísticos (hoteles, hoteles rurales, agroturismos, hostales y apartamentos), lo que según Riera supone un 13 por ciento de la oferta reglada total.

Para el presidente de la patronal, se trata de «una cifra normal cuando la Semana Santa cae tan pronto». «Luego en abril se produce un impasse hasta que comienza de manera oficial la temporada, el 1 de mayo», precisó el director del hotel Argos de Talamanca, uno de los que ya ha levantado el telón este año.

En Formentera, el presidente de la Pequeña y Mediana Empresa (Pime), Pep Mayans, admitió que «un amplio porcentaje» de comercios, locales de restauración y planta hotelera «no abrirá» durante el puente. «Teniendo en cuenta el bajón de público que supone el mes de abril, los que sí trabajarán son aquellos establecimientos que abren todo el año y cuentan con una plantilla de trabajadores fija», explicó Mayans.

En cuanto a la ocupación a partir de mayo, estimó que las expectativas «son buenas» tanto en materia de touroperadores como de reservas por libre. Por otra parte, se prevé que «será más fácil alargar la temporada de cara a septiembre y octubre». Con respecto al mes de abril, «lo ideal sería organizar promociones» para atraer turismo, señaló Mayans, quien aseguró que «todas las instituciones trabajan en este sentido».

Desde Eivissa, las previsiones que maneja la Fehif respecto a la campaña estival «son similares a las de 2015», con una elevada ocupación, superior al 90% en julio y agosto, «y con un margen de crecimiento» en los meses de mayo, junio, septiembre y octubre. El empresario hotelero sí admitió que el incremento previsto en las conexiones áreas con Eivissa redundará en un mayor flujo de turistas durante los dos primeros meses de la temporada. Sin embargo, en torno a un 40% de visitantes –calcula– acudirá a casas de amigos o familiares y a la oferta turística ilegal.

Inversión pública

Desde la patronal solicitan una mayor implicación por parte de las administraciones públicas ya que, en opinión de Juanjo Riera, «no están acompañando a las inversiones privadas». El presidente de la Fehif puso como ejemplo el barrio de ses Figueretes, que está experimentando un «renacer» gracias al empuje de los hoteleros. «Se están haciendo reformas en los apartamentos Mar y Playa II, en los B-Llobet, los apartamentos SUD, Es Freus y Roberto Playa, y sin embargo el paseo marítimo está de pena», lamentó.

Asimismo, recordó que ya el pasado año la federación recibió «numerosas quejas» por molestias como las que sufrieron turistas y residentes por la depuradora de Santa Eulària o por problemas derivados del mal estado de las infraestructuras hidráulicas (entre las que cita las depuradoras de Portinatx, Cala Corral, Ses Salines, Sant Francesc de s’Estany y Sant Jordi).

Juanjo Riera se pregunta «¿dónde está el desdoblamiento de la carretera de Santa Eulària, el nuevo emisario de s’Illa Plana y la interconexión del anillo de las desaladoras?», proyectos que en su opinión deberían haberse ejecutado para mejorar el destino de cara a los objetivos de desestacionalización.