El castillo de fuegos artificiales y la tradicional ‘cremà’ presidieron la Nit del Foc con la que Sant Antoni despidió sus Fallas.

La particular Nit del Foc de Sant Antoni envolvió la noche de este domingo al cielo del municipio en destellos de fuego, luz y color. Como manda la tradición, y también la Asociación Cultural Valenciana de Sant Antoni, sobre las 21.00 horas comenzaba la cremà de la falla infantil. Una falla que «quemó de un modo perfecto: de abajo a arriba, desde el centro hacia los lados y con la caída inicial de la figura más grande», explicaba Miguel Ángel Martí, presidente de La Nostra Falla, comisión de fiestas de la asociación, «dejando atrás los sinsabores ocasionados por el retraso en la llegada del material pirotécnico».

Turno hubo después para el lanzamiento del castillo de fuegos artificiales, que con unos 97 kilogramos de masa explosiva y durante 12 minutos, mostró gran parte de la paleta cromática sobre el escenario del cielo portmanyí. Según Martí, «gente que ha venido de la Comunidad Valenciana nos ha asegurado que en muchas Fallas de la ciudad de Valencia no han visto castillos tan bonitos como el que lanzamos aquí y que este les gusta mucho más». Y de todo ello, se puede sentir responsable el pirotécnico de los artificios, Javier Guardiola, de la empresa Ricardo Caballer.

Como broche final a las Fallas que forman parte del calendario del municipio desde hace 17 años, tuvo lugar la cremà de la Falla grande que, arropada por cientos de personas, «también quemó de modo perfecto».