El Ayuntamiento de Vila acaba de vender los últimos dos pisos que disponía en el edificio de viviendas de protección oficial (VPO) situado en el barrio de Can Cantó.

Este edificio de 14 viviendas se acabó de construir en el año 2012 pero en ese momento no se logró formalizar la venta de todas y, tres años después de estar acabado, todavía quedaban seis viviendas por adjudicar. A lo largo de los últimos meses se procedió a reactivar su venta y, finalmente, las dos últimas propiedades se vendieron el mes pasado.

Por otra parte, el Ayuntamiento de Eivissa asegura que todavía esperan la desafectación por parte del Ibavi de tres pisos de emergencia social en un edificio en Dalt Vila.

Con esta información, Vila pretende demostrar que no dispone de vivienda social en la actualidad y zanjar así la polémica desatada a raíz del desalojo de diferentes familias del barrio de Sa Penya la pasada semana.

El alcalde de Vila, Rafa Ruiz, arremetió contra la conselleria de Benestar Social administrada por Podem porque, según dijo, se había negado a proporcionar al Consistorio viviendas para alojar a estas personas, a lo que la formación podemita respondió que, a cambio, les concedieron ayudas para el alquiler de viviendas a afectados de Sa Penya.

Desde el Consell d’Eivissa, informaron ayer que solo disponen de dos pisos gestionados por el Govern para enfermos mentales.

Para otros casos, tienen plazas en diferentes centros de la isla, como Santa Eulària o Sa Coma, que son ocupadas por menores, discapacitados, personas con necesidades especiales o víctimas de violencia machista.