El Colegio de Logopedas de Balears pedirá al Govern que se incluya la figura de este profesional en las residencias sanitarias de agudos donde se encuentran los enfermos críticos y los centros educativos para evitar sucesos como el de la residencia de Can Blai en el que murió una persona debido a un atragantamiento.

María José Vidal, vocal en Eivissa del Colegio de Logopedas, asegura que muchas de las personas ingresadas en residencias padecen disfagia, una dificultad para tragar que puede tener varias causas y que pueden ser muy graves para las personas que lo padecen. «Hasta el 50% de los enfermos de las residencias la pueden tener y no se trata sólo de cambiar la dieta», comentó. Vidal subrayó que «no se puede curar la patología, pero podemos evitar que se ahoguen o se atraganten».

Los logopedas son los profesionales sanitarios especializados en prevenir, detectar y tratar la disfagia, una alteración muy prevalente en personas mayores con demencia a consecuencia de enfermedades como el alzheimer.

En el caso de Balears, ninguna residencia sociosanitaria que atiende a personas mayores o enfermos crónicos dispone de esta figura. «Estamos pendientes de mantener una reunión con la consellera de Serveis Socials, Fina Santiago, para hablar de este tema», dijo ayer Vidal.

El Colegio de Logopedas ha expresado su protesta más enérgica por la carencia de estos profesionales, reclamando una investigación contundente de los hechos acontecidos en Can Blai y un estudio de todos los centros sanitarios y sociosanitarios sobre el número de personas ingresadas con riesgo de disfagia.

El Colegio de Logopedas exige medidas legales que obliguen la existencia de un profesional de logopedía para evitar que vuelva a pasar un hecho como el acontecido en Can Blai. «No podemos dejar a nuestros mayores con problemas de salud abandonados. Tenemos que conseguir reformar la normativa que rige los centros sociosanitarios y dotarlos obligatoriamente de profesionales de logopedia». Destacan que no se trata sólo de los mayores, sino también ha de ser imprescindible su presencia para niños con necesidades educativas especiales.