Josep Marí Ribas (Sant Josep, 1959) tiene ganas de explicar por qué la subasta de las concesiones de las playas ha sido positiva para el Ayuntamiento, pero no descarta que dentro de dos años, cuando caduquen las concesiones, se emplee otro procedimiento.

—¿Se arrepiente de la subasta de las concesiones de playa? ¿Si pudiese volver atrás lo haría de otra manera?

—Visto lo visto, probablemente. Cuando lo preparamos nosotros no prevemos que haya este elemento distorsionador de fuera que creó una sensación de muchas cosas que no son reales. Nosotros diseñamos esta subasta de una forma clara, transparente y para que los concesionarios de siempre pudieran defender sus lotes. Con sobres cerrados siempre había sorpresas ocultas y había muchos traspasos de concesiones. Este elemento distorsionador alborotó el tema. Si se hubiesen adjudicado por el precio de salida las noticias habrían sido un simple titular en página 7.

—¿La presencia de este acusado por narcotráfico ha hecho magnificar lo que ha pasado?

—Ha alimentado a los medios, cosa que entiendo que haya sido así, y ha magnificado un tema que no es tan problemático como se ha querido poner de manifiesto. A partir de ahora lo importante es garantizar que las playas son de dominio público para todos y se controlarán las concesiones como nunca.

—¿Cómo lo piensan hacer porque se ha dicho que sólo hay un funcionario para ello?

—Esto lo dicen mucho los periodistas. Hasta ahora sólo ha habido una celadora pero tenemos cincuenta y pico agentes de policía, tenemos celadores de obra y podemos contratar más temporalmente. Habrá un sistema de vigilancia que hará que se respeten los derechos de los concesionarios y también de la gente que va a la playa.

—¿Contratarán más celadores?

—Entre celadores y la Policía Local haremos que se cumplan las ordenanzas de playa.

—¿Ha quedado tocada la imagen del municipio por este hecho?

—No, creo que dentro del colectivo se ha magnificado y ha alimentado noticias periodísticas, pero la imagen del municipio no pienso que esté tocada. De hecho, mucha gente me ha dicho que está muy bien hecho este sistema.

—¿Ha venido gente a decirle que está muy mal hecha la subasta?

—No, os han venido a decíroslo a los medios, a nosotros no ha venido nadie. Supongo que hay concesionario que están molestos porque han perdido la concesión pero desde 1996 los concesionarios han cambiado sistemáticamente. En la última cambiaron 64. El sistema de sobres cerrados también provocaba que la oferta económica era más poderosa. Se nos critica que sólo hemos valorado la oferta económica pero en Sant Antoni ha pasado lo mismo. Tenemos sentencias que determinan que no se pueden valorar elementos como la antigüedad u otros servicios y que la defensa de los intereses municipales sólo se produce sacando el máximo rendimiento para el Ayuntamiento.

—¿No se puede establecer alguna cláusula que beneficie a los concesionarios con más experiencia y no depender únicamente de la cuestión económica?

—El sistema de subasta sólo valora la cuestión económica y el sistema de concurso puede valorar otros elementos. Nosotros, los elementos como medidas ambientales, sociales, de limpieza y de calidad son de obligado cumplimiento, mientras que en otros sitios dan puntos. Cuando en Sant Josep hemos valorado otras cosas ha habido sentencias desfavorables. Recuerdo que en Cala Vedella una concesión se otorgó a una asociación de vecinos y el argumento del ayuntamiento del alcalde Serra Escandell fue que esta asociación beneficiaba a la playa. Pues al Ayuntamiento la broma le ha costado 650.000 euros porque el juez dice que estos no son elementos objetivos. ¿Que hay otros ayuntamientos que lo hacen de otra manera? Pues les tendré que felicitar. Por ejemplo, los de Santa Eulària y Sant Joan han prorrogado las concesiones y todavía nadie me ha explicado por qué, porque en principio lo tienen que justificar y, que yo sepa, no lo han hecho. En los próximos dos años llevaremos a cabo un estudio de las playas del municipio que valore capacidad de carga, zonas de aparcamiento, servicios... Reconozco que todo es mejorable y no quiero ser cabezota al decir que todo lo que hemos hecho ha sido perfecto.

—¿Dentro de dos años repetirán el mismo método, volverán al anterior o escogerán otro?

—Dentro de dos años ya veremos. En este estudio que queremos hacer estudiaremos todas las posibilidades, veremos qué se hace en otros sitios, aunque le tengo que decir que municipios como el de Sant Josep hay pocos. Tenemos muchas playas, hay una demanda muy grande y tenemos que hacer compatible las concesiones con unos precios tasados y limitaciones de espacio.

—¿Qué relación tiene lo que ha pasado con la subasta y los cambios en su equipo de gobierno?

—Ninguna. El equipo de gobierno es compacto y trabaja correctamente. Estamos en minoría, quitando el alcalde somos ocho regidores, que no son muchos para un municipio de 26.000 habitantes, 162 km de territorio y no es fácil. La marcha de Albert Marí ha quedado demostrada que ha sido por razones personales y no tiene nada que ver con ninguna discrepancia.

—¿Si Albert Marí no hubiera dejado el cargo seguiría todo igual?

—No lo sé y tampoco descarto que haya más cambios. Al Ayuntamiento le falta personal, estructura y organización. No somos suficientemente ágiles en la tramitación de denuncias y expedientes. Muchos concejales son nuevos, ya que con experiencia en política sólo quedamos los dos tenientes de alcalde y yo, prácticamente.

—¿Algún concejal le pidió cambiar su área?

—No, de momento todos están cómodos en su área y creo que será la tónica que seguiremos de aquí en adelante.

—Los nuevos tenientes de alcalde asumen asuntos importantes como Urbanismo y Hacienda. ¿Le gusta tener estas áreas cerca, controladas?

—A nadie se le escapa que llevo con Paquita Ribas y Ángel Luis Guerrero juntos desde 1999. Más allá de la capacidad que han demostrado tener, existe una complicidad enorme. Es lógico que uno se apoye en la gente que más cerca tiene. Soy un alcalde bastante intervencionista, me gusta tenerlo controlado y estar cerca de todo. Hay áreas más potentes pero todas son importantes. Yo tengo que dar la cara por todos ellos, para eso me han escogido los ciudadanos y no me importante cargarme un problema a la espalda y llevarlo.

—¿Han vuelto a hablar con Guanyem para que entre en el equipo de gobierno?

—Hablamos al inicio de la legislatura y Guanyem decidió en una asamblea que no querían entrar en el equipo de gobierno. A mí me pareció mal pero lo entendí. Las últimas manifestaciones que ha hecho Guanyem sobre que somos igual que el Partido Popular no me han gustado nada, por lo que pienso que es bastante complicado que gobernemos juntos. Con el respeto a todos los partidos de la oposición, seguiremos ejecutando nuestro programa electoral y hacemos caso a las propuestas que nos hacen los otros grupos. Es bastante evidente que tenemos más afinidad con Guanyem que con el resto, pero a veces no coincidimos. No tengo previsto pedirles que entren en el equipo de gobierno.

—Si tiene que funcionar igual que en el Consell, quizás ya está bien como está.

—(Risas). Pues sí. Lo del Consell me da mucha pena. Asistí al último pleno y ver que en un equipo de gobierno se presentan mociones que critican al propio equipo de gobierno no lo había visto nunca y no lo entiendo. Debe ser que soy de la vieja política o de la casta pero creo que los ciudadanos no lo entienden. Cuando gobiernas, aceptas un programa de gobierno y una manera de trabajar. Este doble juego no lo entiendo.

—Hablemos de agua. ¿Cuándo prevé que Sant Jordi tenga agua buena?

—La previsión es que las obras de interconexión, las últimas que faltan para enganchar la interconexión de las desaladoras de Vila y Sant Antoni con el depósito de ses Coves Fosques, terminen en junio. Llevamos cuatro años de retraso porque entre 2011 y 2015 no se hizo nada desgraciadamente. El otro tema que nos preocupa es la puesta en marcha de la desaladora de Santa Eulària, porque la producción de las de Vila y Sant Antoni en agosto será insuficiente. Cuando me lo explican en Palma les digo que ya lo sé y que ya me va bien que me den el agua a partir de octubre, porque en agosto hace tiempo que tenemos problemas. Lo que pido es que estos problemas se repartan, porque quien da el agua, Abaqua, la tiene que suministrar con el criterio de que el agua es de todos, ¿o es que sólo pueden beber los de Sant Antoni y los de Vila?

—¿Y en Sant Josep?

—Diez meses más, que es el tiempo de ejecución de una tubería nueva que ha sido adjudicada por 1,3 millones que va desde el Puig Cardona hasta el depósito regulador de Sant Josep y que envía agua al pueblo, es Cubells y Porroig. No es que ahora no tengamos tubería, pero pierde tanta agua que no queremos meter agua dentro, porque sería un crimen.

—Pasemos al urbanismo. ¿Cómo llevan el Plan General?

—En poco tiempo presentaremos el avance del Plan General y que los partidos trabajen sobre él. Me comentan desde la Conselleria de Territori que la idea de la reforma de la LOUS es simplificar el documento.

—¿Podrán aprobarlo esta legislatura?

— Esta es la idea. Siempre me quejo de que el Parlament, que es quien tiene capacidad legislativa, en cinco minutos hace un artículo de una ley que a un ayuntamiento le supone dos años de retraso.

—¿En qué sentido irá este avance?

—Tanto la Ley del Suelo estatal como la balear, la LOUS que hizo el PP, marcan muchas restricciones a los nuevos crecimientos. Si nosotros hacemos un Plan General con poco crecimiento viene derivado de las normativas impuestas. Yo también creo que se tiene que crecer poco y no tendría que haber externo a los núcleos consolidados, no tiene que haber nuevas urbanizaciones, ni crecimientos netos. Sólo en los cascos urbanos se tendría que completar el mapa para tener algunos servicios como abrir una calle, hacer un aparcamiento o dotar un equipamiento. Y poca cosa más, además de adaptar unas normas del año 86.

EL DETALLE

«La construcción en ANEI es un debate superado; tienen que ser inedificables»

—En el Govern balear son partidarios de prohibir la construcción en zonas ANEI (Área Natural de Especial Interés). ¿Está de acuerdo?

—Creo que es un debate superado y los ANEI no deben ser edificables. Si en Eivissa tiene que haber zonas donde no se construya deben ser las ANEI. Otra cosa es que en muchos sitios las zonas ANEI tendrían que ser ARIP (Área Rural de Interés Paisajístico), que es una figura inferior a la ANEI. En zonas de Sant Joan, Santa Eulària y Sant Antoni se definen perfectamente las ARIP y en Sant Josep, en cambio, lo hicieron todo ANEI. Me quejo de que hay zonas que son completamente agrarias que se cultivan y son ANEI, como todo Benimussa. ¿Con esto estoy diciendo que se tienen que reducir los ANEI? No, no lo estoy diciendo. Ahora soy inedificables, pues ya está bien. De algún sitio se tiene que parar la construcción en Eivissa y los ANEI están bien como están.