Imagen de un lateral del DC-10, situado a un margen de la carretera de ses Salines. | DANIEL ESPINOSA

El Ayuntamiento de Sant Josep no contempla aplicar medidas cautelares contra la discoteca DC-10, donde el pasado lunes agentes municipales levantaron actas después de realizar hasta tres comprobaciones por distintas denuncias vecinales referentes a los horarios y al ruido durante su fiesta de apertura.

El Consistorio descarta el cierre del establecimiento porque, según Paquita Ribas, regidora de la Policía Local, las infracciones que contabilizaron los agentes «comportan gravedad, pero no peligro».

La teniente de Alcalde de Sant Josep explicó que en la tarde del domingo se comprobó que el establecimiento «cumplía con la normativa sobre el limitador» de ruidos, por lo que «no había ningún problema» en este sentido. «Luego por la noche se produjeron llamadas de vecinos y se hicieron tres comprobaciones», actas de la policía «que acabarán en expedientes y en la resolución que se tenga que hacer, como en todos los expedientes que hace el Ayuntamiento», puntualizó Ribas.

El establecimiento, que cuenta con licencia de café-concierto, «cumplió los horarios establecidos», según la concejala, mientras que con las infracciones notificadas por la Policía Local «se iniciará un expediente que cuando se resuelva comportará una multa o un cierre», subrayó Ribas, quien aclaró que es pronto para valorar el contenido de las denuncias.

Desde la Asociación Balear de Ocio Nocturno y Entretenimiento, que este martes instó al Ayuntamiento a «hacer cumplir la normativa» por las irregularidades que, a su juicio, comete DC-10, recordaron que el local fue condenado por hechos similares en 2008.

Paquita Ribas, sin embargo, aseguró ayer que «no se trata de una situación similar», ya que entonces se trataba de «una situación continuada que se extendía en el tiempo». «Se hizo el seguimiento de un local que incumplía sistemáticamente y se abrió el expediente como consecuencia de todo el verano», precisó la regidora de Interior, antes de apreciar que «por suerte o por desgracia hay muchos casos» de denuncias por incumplimiento de la normativa en otros establecimientos de ocio del municipio.

Cabe recordar que la patronal de discotecas presentó una denuncia con motivo de la fiesta de apertura de DC-10, que comenzó el lunes a las 16,00 horas y finalizó el martes en torno a las 06,30 de la mañana.

Ribas quiso dejar claro que «todas las denuncias que llegan al Ayuntamiento se tramitan a través de la policía y dan como consecuencia un expediente». Sin embargo, admitió que «empezar un expediente es muy fácil pero cerrarlo cuesta mucho tiempo». «Hay expedientes de octubre del año pasado que todavía estamos terminando y otros que acaban en un mes. Hay medidas cautelares que puedes aplicar enseguida si ves que corres peligro, dependiendo del grado de gravedad. Esto comporta gravedad, pero no peligro. Cuando tengamos iniciado el expediente sabremos más», argumentó Ribas, quien recordó, por último, que el año pasado éste y otros establecimientos «incumplirían aforos y también tienen expedientes y multas».

La versión del local

Por su parte, desde el establecimiento de ocio situado en la carretera de ses Salines aseguraron que «se cumplió la normativa» asociada a la licencia de café-concierto y que «en ningún momento» se incumplió el aforo permitido, que según DC-10 asciende a 1.800 personas, como tampoco el horario de cierre, establecido a las 06,30 de la mañana.