El Ayuntamiento de Sant Josep aprobará en el pleno de hoy de forma inicial la nueva ordenanza para el ahorro del agua, que obligará a las nuevas construcciones del municipio a contar con sistemas de reutilización de agua.

La ordenanza, la primera de la isla con medidas para el control y el ahorro del agua, fue presentada ayer en rueda de prensa por el alcalde, Josep Marí Ribas Agustinet, y por el concejal de Agua y Urbanismo, Luis Ángel Guerrero.

Según Ribas, aunque el municipio se encamina a tener «más agua y de mejor calidad», ya que este verano el 80% del territorio municipal estará conectado a las desaladoras de Vila y Sant Antoni, «no se puede bajar la guardia».

El primer edil matizó que pese a que las previsiones son buenas, debido a las obras de conexión y renovación que se están ejecutando, de momento la situación «sigue siendo muy complicada».

Por ello, se aprobará la nueva normativa, que además incluye el «condicionante» de que no se autorizarán nuevos desarrollos urbanísticos hasta que esté garantizada la disponibilidad de recursos hídricos en el municipio.

De momento, según el alcalde, no hay nuevos desarrollos urbanísticos previstos.

En cuanto a las medidas concretas, la ordenanza prevé que todas las nuevas construcciones deberán tener obligatoriamente sistemas de reutilización de aguas grises, procedentes de la ducha y bañera, y de recogida de aguas pluviales.

Esta medida también afectará a aquellas edificaciones, ya sean viviendas, hoteles o edificios que reformen en un 70% sus instalaciones.

Además, la normativa obliga a los nuevos edificios de más de ocho viviendas a tener los tres sistemas: de captación de aguas pluviales, de reaprovechamiento de agua de piscina (si cuentan con esta instalación) y de reutilización de aguas grises.

La ordenanza también afecta a las zonas ajardinadas, en las que se deberá reutilizar el agua y a plantar especies autóctonas, que demanden bajo consumo de agua.

Entre otras medidas, limita la instalación de césped, que sólo podrá ocupar un 15% de las zonas ajardinadas urbanas y un 5 % de las no urbanas.

Por su parte, el Consistorio acometerá obras en los edificios públicos para incorporar medidas de ahorro de agua en un plazo de 5 años, y también hará un inventario y un programa anual de mantenimiento de zonas públicas ajardinadas, entre otras medidas.