Club Nàutic de Sant Antoni. | Ibiza, - Xavier Duran

Puertos de Baleares ha concedido al Club Nàutic de Sant Antoni la autorización administrativa para la gestión de los cuatro polígonos de fondeo que se han establecido en la bahía de Portmany para los años 2016 y 2017.

Esta temporada, la zona contará con un total de 81 boyas, destinadas en un 80 por ciento a embarcaciones de entre 6 y 12 metros de eslora, y en un 20 por ciento a embarcaciones de mayor tamaño. El servicio estará disponible a partir del 1 de junio, según ha informado Es Nàutic en una nota de prensa.

Esta decisión ha tenido lugar después de que el Ministerio de Fomento, responsable hasta ahora de la bahía, haya adscrito al Govern Balear la competencia sobre estas aguas.

De esta forma, la zona comprendida entre las playas de S'Arenal, Es Pouet y S'Estanyol y la alineación del faro rojo de entrada al puerto con Sa Punta d'en Serral han pasado ahora a manos de la comunidad balear.

Según han informado desde el Nàutic, este cambio institucional afecta directamente a la problemática de las embarcaciones fondeadas ilegalmente en la zona, que impide el normal funcionamiento de los polígonos y provoca frecuentes roturas en el balizamiento de las playas.

Al pasar este dominio al ente público Ports de les Illes Balears, los celadores del puerto podrán denunciar y sancionar a diario a todas las embarcaciones que incumplan la normativa vigente.

Actualmente está prohibido fondear con cualquier tipo de elemento en las zonas reguladas y en los canales de navegación, ya sea para acceder a los propios polígonos o a las playas.

La normativa de Fomento también dicta que no se podrá fondear a menos de 200 metros de las aguas de baño y a menos de 50 metros de los tramos de roca.

Es Nàutic, tal y como han explicado, gestionó por primera vez los polígonos de fondeo de la bahía el pasado verano, previa autorización del departamento de Costas, dependiente del Ministerio de Fomento.

Como paso previo a esta labor, el club realizó una operación de limpieza que culminó con la retirada de 173 toneladas de residuos, entre ellos un barco de 15 metros de eslora, 400 kilos de baterías y 170 'muertos' (bloques de hormigón) con cadenas.